28 julio 2006

Sobre documentales falsos, Istochnikov, y teorías de la conspiración

Me ha pedido un amigo, también apasionado de la astronáutica y lector de este blog, que le ayude con una discusión que ha tenido con un familiar acerca de las múltiples teorías conspiratorias que rodean la llegada a la Luna.

La verdad es que nunca he entrado en estos temas, porque sinceramente me aburre leer siempre las mismas teorías por mucho que estén cien veces echadas por tierra con razonamientos lógicos (ni siquiera técnicos, en la mayor parte de los casos, sino casi de puro sentido común). Y, desde luego, no voy a repetir aquí lo que ya está escrito en muchas webs al respecto (podéis leer sobre los supuestos errores o contradicciones, y sus explicaciones, aquí, aquí -en inglés-, o un entretenido artículo de la NASA aquí). Pero me centraré algo más en una variante que ha surgido recientemente (la que comentaba el familiar de mi amigo), además de reflexionar un poco sobre estas cosas.

En este caso concreto, el origen de la discusión fue un documental francés de 2002 emitido en varios países, entre ellos España, titulado "Dark side of the moon" ("La cara oculta de la Luna", o "El lado oscuro de la Luna", según se traduzca; no sé qué título tuvo en nuestro país) y producido, creo, por el canal Arte (el tipo de canal ya dice bastante sobre la razón del documental). El documental "demuestra" que ciertas imágenes de la llegada a la Luna están trucadas, nada menos que por el gran Stanley Kubrick, porque no se pudieron tomar las reales y la NASA no podía dejar de mostrar al mundo su éxito. No se discute (ya es algo) la llegada a la Luna, pero sí se defiende el famoso montaje hollywoodiano. El documental incluye entrevistas a expertos y familiares de Kubrick (ya fallecido, como sabéis), etc. Según el documental, el propio Nixon habría estado detrás de todo esto

Lo curioso es que al final del documental, en los títulos de crédito, se aclara que todo es falso, un "divertimento" para crear impacto en el público y demostrar lo fácil que es convencer de cualquier cosa a través de los medios de comunicación. Incluso aparecen tomas falsas de los expertos y famosos participantes en el documental, partiéndose de risa ante las tonterías que tienen que decir. Y, a pesar de esto, por medio mundo la gente está diciendo a gritos "¿Veis como era verdad? ¡Todo fue un fraude!".

Algo similar ocurrió hace algunos años con la supuesta historia de Ivan Istochnikov, un supuesto cosmonauta ruso muerto en el espacio y cuya muerte habría sido mantenida en secreto hasta nuestros días. Podéis leer la historia original que dio inicio a esto aquí, merece la pena:

Primera parte
Segunda parte

Pues bien, todo esto fue fruto de la imaginación, y del ánimo de generar polémica, de un artista catalán, Joan Fontcuberta, que lo hizo hace unos diez años. De hecho, Istochnikov es la traducción al ruso de Fontcuberta, y las fotos del cosmonauta que ilustran el reportaje son un montaje con la cara del artista. Magnífico. Brillante.

Lo curioso es que, como en el caso del documental francés, la historia de Fontcuberta estaba llena de guiños, de pistas para avisar al lector avezado de que aquello no era más que un cuento chino. La primera parte es la más seria y convincente, aunque una clarísima falsedad cuando habla de la historia de la perra Laika ya induce a la desconfianza. Pero la segunda parte es ya delirante, un auténtico divertimento del autor: hechos realmente absurdos, reconocibles frases extraídas de "Blade Runner" y hasta la introducción de elementos relacionados con civilizaciones extraterrestres... Para terminar de dar pistas, tanto el libro que se editó con la historia como la web que os he indicado arriba, incluyen la frase TODO ES FICCION, aunque curiosamente parece que esta frase es pasada por alto por la mayor parte de los lectores. Además, cuando en su día se hizo una exposición itinerante con las fotos, se incluían fotos reconocibles de… ¡“La Guerra de las Galaxias”! En fin, un auténtico desmadre literario, que claramente debía indicar a todo el mundo que la historia en su conjunto era un simple cuento... ¿o no?

Pues lamentablemente, parece ser que no. A pesar de todo, millares de personas creyeron la historia, y aún hoy sigue circulando. No hay más que buscar "Istochnikov" en Google para ver a lo que me refiero. Casi todas las referencias hablan del cosmonauta de la Soyuz 2, y en casi todas ellas se asume como hecho real que este personaje existió. Actualmente ya no está disponible en la red (comprobado; quizás lo han retirado por vergüenza), pero cuando lo miré hace unos dos años, incluso encontré un artículo de “El Mundo” donde se “destapaba” el gran descubrimiento del cosmonauta muerto. Afortunadamente, lo acabo de comprobar y ahora ya se encuentran varias referencias a la historia real, montada por Fontcuberta; hace dos años, cuando lo miré, sólo encontré una pequeña cita al engaño en una página americana. Pero está claro que quien quiere creer en misterios, cree a toda costa, y he llegado a leer en la web quien defiende la veracidad de la historia, y dice que las frases de Blade Runner fueron en realidad de Istochnikov, y que luego Ridley Scott (que conocería la historia) las incluyó en su película. No, si hay explicaciones para todo…

¿Cuál es la moraleja? Creo que varias. Primero, es fundamental mantener el escepticismo, leas lo que leas, y si resulta extraño, chocante o novedoso, buscar confirmación por vías fiables. De hecho, en esto consiste el método científico, y es perfectamente aplicable en estos casos. Y si no encuentras confirmación, hay que mantener el escepticismo. Al fin y al cabo, ¿por qué tenemos que creer cualquier cosa que se nos diga?

Volviendo a las teorías de la conspiración en general. ¿Por qué hay tantas, y por qué tienen tanto éxito? Estoy seguro de que hay múltiples estudios sobre el tema, pero no soy experto en ello. Pero está claro que nos gusta buscar misterios donde no los hay: no se llegó a la Luna, lo que se estrelló en el Pentágono no era un avión, todo lo que rodea al 11-M es una conspiración, el SIDA salió de un laboratorio militar... seguro que se os ocurren decenas más.La mayoría de estas teorías de la conspiración se apoyan en pequeños hechos, a menudo sin importancia, en pequeñas lagunas de información, para levantar toda una historia paralela sin ninguna base (aunque pueda encajar, en teoría). Y como esa historia resulta mucho más atrayente que la a menudo aburrida realidad (la "falsa historia oficial"), pues muchos deciden que es mucho mejor creer esa.

Claro, que en otros casos, la teoría se levanta porque sí, sin necesidad de buscar una alternativa para llenar lagunas de información. Por ejemplo, el caso de la Luna: aquí no hay lagunas, la información es de lo más completa. Y aún así, hay alguien que prefiere montarse una historia paralela. Ya son ganas de liar la cosa…

¿Quiero decir con esto que siempre debemos creer la "historia oficial"? No. Simplemente digo que siempre debemos mantener un sano escepticismo. Y analizar con ese escepticismo si lo que nos cuentan tiene base real y creíble o no. Simplemente. Y si estamos ante dos historias igualmente creíbles y con igual base detrás (muy raro que se dé esto), aplicar la máxima de la ciencia: la explicación más sencilla es la más probable.

Por otra parte, ejercicios como el de Fontcuberta o el documental de Arte, deberían hacernos reflexionar sobre lo fácil que es inducirnos a creer cualquier cosa. Y eso puede ser muy peligroso, y mucho más importante que creer o no en la llegada a la Luna.

Por último, una pregunta sencilla que podemos hacernos y que, como mínimo, hace dudar muchísimo sobre casi cualquier teoría conspiratoria: sobre los supuestos involucrados que ocultan la realidad, ¿cómo es posible que tanta gente guarde silencio durante tantos años? O en el caso particular de la no-llegada a la Luna: ¿cómo es posible que se engañase a los rusos, si estos tenían sondas en órbita lunar y antenas dirigidas hacia allí que recibían las señales de las naves americanas? ¿o es que conocían el engaño y se callaron? En fin...

Para terminar, os invito a leeros el apéndice de mi libro “Houston, tenemos un problema”, sobre la muerte de Yuri Gagarin y los cosmonautas “desaparecidos”. Otros casos interesantes de teorías de la conspiración, aunque en algunos de estos casos los rusos se lo ganaron a pulso por su absurdo secretismo…