¿Quieres viajar a Marte? Pues ahora tienes la oportunidad de participar en lo más parecido que pueda haber durante muchos años: la simulación de una misión a Marte aquí, sobre la Tierra.
Se trata de una iniciativa de la Agencia Espacial Europea en colaboración con Rusia, en la que seis voluntarios serán aislados durante casi dos años (520 días, tiempo previsto para una misión de este tipo) en una casi perfecta simulación de lo que sería una misión a Marte: comerán comida de astronauta, se hallarán aislados del exterior, no dispondrán de duchas, e incluso sus comunicaciones "con Tierra" sufrirán retrasos de hasta 40 minutos, como sucedería en una misión real. Durante toda la estancia realizarán labores propias de astronautas, como el tiempo obligatorio de ejercicio diario, realización de experimentos, y mantenimiento de "su nave"; se simulará también, incluso, la realización de exploraciones sobre la superficie marciana por espacio de 30 días, antes de iniciar "el viaje de vuelta". Hasta se incluye un simulador de módulo de aterrizaje en el que los voluntarios vivirán durante esos 30 días en que tendrán que permanecer sobre el supuesto planeta rojo. Excepto por la ingravidez y la radiación espacial, será lo más parecido a una misión real. Bueno, y sin las vistas de Marte y del espacio... (lástima).
La oferta está abierta a cualquier ciudadano de los países miembros de la ESA que participan en los programas ELIPS o Aurora (España está entre ellos) que cumpla los siguientes requisitos básicos:
Se trata de una iniciativa de la Agencia Espacial Europea en colaboración con Rusia, en la que seis voluntarios serán aislados durante casi dos años (520 días, tiempo previsto para una misión de este tipo) en una casi perfecta simulación de lo que sería una misión a Marte: comerán comida de astronauta, se hallarán aislados del exterior, no dispondrán de duchas, e incluso sus comunicaciones "con Tierra" sufrirán retrasos de hasta 40 minutos, como sucedería en una misión real. Durante toda la estancia realizarán labores propias de astronautas, como el tiempo obligatorio de ejercicio diario, realización de experimentos, y mantenimiento de "su nave"; se simulará también, incluso, la realización de exploraciones sobre la superficie marciana por espacio de 30 días, antes de iniciar "el viaje de vuelta". Hasta se incluye un simulador de módulo de aterrizaje en el que los voluntarios vivirán durante esos 30 días en que tendrán que permanecer sobre el supuesto planeta rojo. Excepto por la ingravidez y la radiación espacial, será lo más parecido a una misión real. Bueno, y sin las vistas de Marte y del espacio... (lástima).
La oferta está abierta a cualquier ciudadano de los países miembros de la ESA que participan en los programas ELIPS o Aurora (España está entre ellos) que cumpla los siguientes requisitos básicos:
- Tener entre 25 y 50 años
- Buena salud y alta motivación
- Altura inferior a 1,85 m, y un índice de masa corporal entre 20 y 28.
- Formación y experiencia laboral en medicina, biología, ingeniería de sistemas de soporte vital, informática, ingeniería electrónica o ingeniería mecánica.
- Hablar con fluidez inglés o ruso (siendo deseable el conocimiento de ambos)
- No ser fumador ni bebedor
El candidato deberá estar disponible durante todo el proceso de estudio, que además de los dos años de la "misión" incluirá aproximadamente un año más de estudios posteriores; no obstante, se es libre de abandonar en cualquier momento, aunque lógicamente no es lo deseable. Durante el periodo de estudio se recibirá una remuneración "acorde con los estándares internacionales por participación en estudios clínicos". La simulación se llevará a cabo en unas instalaciones construidas expresamente para el experimento en los alrededores de Moscú.
La prueba será como un “Gran Hermano” pero en serio y sin piscina. El objetivo principal es observar cómo se desarrolla la simulación, los posibles problemas psicológicos, médicos o técnicos que puedan aparecer.
Sinceramente, tengo que expresar mi admiración hacia quienes se presenten voluntarios para una prueba como ésta. Porque al fin y al cabo, se van a pasar penalidades, aislados del mundo exterior, sin contacto con familia y amigos durante dos años, comiendo alimentos poco apetitosos y lavándose con paños húmedos, todo ello durante dos largos años sin la recompensa de un viaje espacial. Eso sí, entiendo que los elegidos para esta prueba tendrán grandes posibilidades de seguir trabajando para la ESA en el futuro, y posiblemente hasta estén en una buena posición para acceder a futuros puestos de astronauta. Y eso puede ser un buen aliciente para más de uno.
Los interesados podéis acceder a las bases y formularios para ofrecer vuestra candidatura aquí. Tenéis hasta septiembre de este año.
Y si no os apetece la simulación de la misión a Marte o tres años os parecen demasiado, pero os podría interesar pasar un añito en la base antártica europea de Concordia, también podéis ofrecer vuestra candidatura aquí. En este caso, se buscan únicamente candidatos con experiencia en el campo de la medicina, y el plazo finaliza a finales de julio.
Así que ya sabéis, si no tenéis nada mejor que hacer en los próximos años, ¡Marte-en-Moscú y la Antártida os esperan! Y recordad que Pedro Duque llegó a astronauta respondiendo a una oferta pública similar a ésta… (Foto: NASA)
3 comentarios:
Hola Javier. Hace poco que he descubierto tu blog y me parece magnífico. Con respecto al tema, es un experimento interesante, aunque evidentemente las condiciones físicas no se pueden recrear al 100%.
Pero desde el punto de vista psicológico tampoco. La sensación de desamparo que debe tener un ser humano a cientos de millones de Km de la tierra es dificil de recrear... Saben que si hay una urgencia, la ambulancia llegará en unos minutos, no creo que lo retrasen siete meses para que sea más real... Pero bueno, no deja de ser una experiencia de la que sacar conclusiones (todos recordamos la desastrosa experiencia de biofera 2).
Un saludo y enhorabuena por este magnífico blog.
Estoy de acuerdo contigo. En cualquier caso, siempre es mejor esto que nada, pero está claro que un resultado positivo no es ninguna garantía. Por el contrario, un resultado negativo sí sería muy significativo, pues, como dices, las condiciones en la simulación serán mucho más benignas, tanto psicológicamente como incluso físicamente (el efecto de la radiación espacial sigue siendo un problema enorme, y no se recrea en este experimento).
Pero si hubiera que echar mano de la ambulancia, como dices, el experimento sería un fracaso, e indicativo de que aún hay mucho por avanzar para conseguir una autonomía completa durante el tiempo de la misión.
El tema médico la verdad es que es complicado: ¿cómo aseguras que no existirán complicaciones graves durante casi dos años de misión? Aunque incluyas a un médico en la tripulación, pueden darse casos complicados: ¿qué pasaría ante un ataque de apendicitis? Si no operas, el paciente puede morir... y, aunque estoy pez en medicina, creo que esto es algo que no puedes prever en los chequeos previos a la misión. Supongamos que el médico de la misión es cirujano y posee instrumental, pero aún así... ¿os imagináis una operación en microgravedad? ¿con glóbulos de sangre flotando por todos lados? Se me hace difícil imaginarlo, la verdad; si no está todo muy preparado (y no se me ocurre cómo, aunque supongo que es cuestión de pensarlo) podría ser inviable.
Claro que en toda misión espacial hay que asumir ciertos riesgos, y quizás éste tenga que ser uno de ellos... pero no deja de ser un grave problema.
Se me ocurre que una opción para esto sería que todos los astronautas fuesen previamente "apendicectomizados"... pero no sé si es algo muy ético...
Publicar un comentario