08 marzo 2009

Ingeniería concurrente

Todos aquellos que trabajéis en algo relacionado con proyectos de ingeniería, seguro que habéis oído hablar más de una vez de la ingeniería concurrente, y es muy probable que sea ésta la filosofía de trabajo en vuestra empresa. Y el término se ha hecho tan famoso que probablemente muchos de los que sois ajenos a este mundillo también lo habréis escuchado en alguna ocasión. Hoy vamos a hablar sobre ello, sobre qué es la ingeniería concurrente y cómo nació en el contexto de los orígenes de la actividad espacial.

Seguro que este último comentario ya le habrá hecho elevar las cejas a más de uno, porque parece como si eso de la ingeniería concurrente fuera un invento muy reciente. Bueno, la verdad es que hablar en la actualidad de ingeniería concurrente no es ninguna novedad, pero hace 10 ó 15 años parecía que era la panacea, el invento del siglo, eso de lo que todo el mundo hablaba y todo el mundo quería implantar, sin saber muy bien cómo concienciar al personal de que era bueno y necesario...

Pero bueno, antes de seguir, expliquemos en qué consiste esto de la ingeniería concurrente.


En realidad es muy sencillo, al menos en teoría: se trata de que todas las áreas, todas las disciplinas, trabajen de forma paralela y simultánea en un determinado proyecto. Como contraste está el trabajo secuencial: los ingenieros de diseño hacen su diseño, que luego pasa a los ingenieros de producción, que deciden cómo fabricarlo, luego a los diseñadores de utillaje, que diseñan las herramientas necesarias para dicha fabricación y montaje, luego a los planificadores de la producción… En fin, uno detrás de otro, de forma secuencial.

La ingeniería concurrente pretende aumentar la calidad y reducir costes y plazos realizando un trabajo simultáneo, aunque ello requiera un mayor esfuerzo por parte de cada uno de los involucrados, y un cambio de mentalidad. Porque no sólo hay que ponerse de acuerdo entre todos desde el principio para que el producto sea lo más eficiente posible desde el punto de vista de todas las áreas, sino que cada una de las áreas debe ocuparse de ir transmitiendo la información necesaria a las demás para que puedan ir trabajando; y esta información fluye mientras el proceso de diseño está “vivo”, lo que obliga a compromisos de congelar ciertos parámetros en determinados momentos porque su cambio afectaría a los demás, etc. No, no es nada fácil, especialmente cuando estás acostumbrado a trabajar “a tu aire” y, como dice el refrán, “el que venga detrás que arree”.

Por ello, cuando hace unos años empezó a ponerse de moda esto de la ingeniería concurrente, los cambios de mentalidad no fueron sencillos. Por supuesto, era mucho más cómodo que cada uno hiciera su trabajo a su gusto sin interferencias, y cuando lo acababa, pasárselo al siguiente para que hiciera su parte. Al fin y al cabo, así se había hecho toda la vida, ¿no? Y vete tú a decirle, ingeniero de pacotilla dedicado al diseño que no tocas piezas sino sólo papeles, a un bregado ingeniero de producción con las suelas de los zapatos incrustadas de virutas metálicas y la ropa manchada de taladrina, que venga a tu mesa a decirte cómo vais a fabricar eso que aún ni siquiera se ha diseñado... "¡Tú haz tus dibujitos, que ya nos encargaremos nosotros después de hacer lo que tengamos que hacer para sacar una pieza decente!" De todo esto no hace tanto, ¿verdad? Estoy seguro de que os suena a más de uno.

Hoy, en cambio, los proyectos comienzan prácticamente con todos los actores sentados a una misma mesa e intercambiando opiniones sobre la mejor forma de empezar desde una hoja de papel en blanco. Y luego, mientras los diseñadores empiezan a pelearse con sus pantallas de CAD, los de producción ya están empezando a preparar sus utillajes, los de compras van encargando los materiales, y los de calidad empiezan a preparar los planes de inspección, por ejemplo. Pero, ¿cómo, si ni siquiera hay aún un dibujo de la pieza? Hubiera parecido magia hace unos años, pero todo el mundo trabaja en paralelo... y el proyecto se hace en la mitad o la tercera parte del tiempo que se hacía hace una o dos décadas.

¿Quién inventó esto? ¿La aeronáutica, esa industria tan avanzada? Qué va, hace tiempo que los de automoción nos superaron en estos temas de organización industrial. ¿Fueron los de los coches, entonces, esos que tanto han revolucionado la gestión industrial en los últimos tiempos? Frío, frío... ¿Los japoneses? ¿Los coreanos...?

Pues no: la ingeniería concurrente nació en los Estados Unidos en plena Guerra Fría, entre los años 50 y 60, en el seno de la Fuerza Aérea y del Ejército norteamericanos. En concreto, nació en el seno de los grupos de ingenieros de desarrollo de misiles que intentaban recuperar el terreno perdido frente a los soviéticos, tras la impactante puesta en órbita del primer satélite artificial de la historia: el Sputnik.

La sorpresiva victoria de los rusos con el lanzamiento de este satélite demostraba a los norteamericanos que aquellos habían desarrollado un misil con capacidad intercontinental, mientras que los desarrollos patrios se limitaban por entonces a misiles de corto alcance, y el que debía ser su primer misil balístico intercontinental, el Atlas de la Fuerza Aérea, se encontraba aún en pañales.

El Sputnik provocó una enorme conmoción en muchos ámbitos de la política y la sociedad norteamericanas (los interesados podéis leer un amplio reportaje que escribí sobre el tema aquí), pero centrándonos en el asunto que abría esta entrada, creó un enorme sentimiento de urgencia en el campo del desarrollo de misiles en los Estados Unidos.

Y éste fue el origen, entre otros, del nacimiento de la ingeniería concurrente: había que acortar los plazos de desarrollo de misiles de una forma drástica, y una de las formas de conseguirlo era evitar el trabajo secuencial en ingeniería. Había que trabajar en equipo, suministrando cada fase previa a la siguiente los datos básicos mínimos para que pudieran ir iniciando sus trabajos mientras la fase anterior seguía avanzando en el suyo. Con el tiempo y las ayudas tecnológicas (la informática y el CAD ayudaron muchísimo), el concepto se ha ido perfeccionando, pero la ingeniería concurrente nació con el desarrollo de los primeros misiles balísticos durante la Guerra Fría. Que es casi lo mismo que decir que nació con el programa espacial, al ser éste consecuencia directa de aquellos.

Bueno, y aquí debería finalizar esta entrada. Pero lo cierto es que no tengo la certeza de que toda esta historia que os he contado sea cierta. No, no es que haya querido contaros un cuento chino o que tenga motivos para tener dudas, y lo cierto es que la historia “suena creíble”… pero es que no consigo recordar cómo, cuándo o dónde supe todo esto, y eso hace que no me sienta cómodo. Es una historia que he contado numerosas veces a lo largo de los años cuando he dado cursillos a personal inexperto en mi empresa, sin plantearme nunca su origen, pero ahora, llegado el momento de escribir sobre ello, me ha surgido la duda, porque no recuerdo la fuente. He buscado por todas partes y no he conseguido encontrar nada que confirme o refute lo que os acabo de contar. Así que, sin saber cómo lo supe, no pongo la mano en el fuego por esta historia, que por otra parte es de lo más atractiva. Si alguno de vosotros tiene información sobre la veracidad o no de estos orígenes de la ingeniería concurrente, estaría encantado de que nos lo contase por aquí. ¡Saludos!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

eh.... juer que largo! luego me pongo, que tiene buena pinta.

Y aprovecho para comunicarte que nos mudamos, ahora la web esta en www.sandglasspatrol.com y el blog en http://blog.sandglasspatrol.com/

JCasado dijo...

oído cocina ;-)

Anónimo dijo...

¡Y creemos que la concurrencia es hoy en día difícil con todas las ayudas CAD, internet, correo electrónico...! ¿Cómo se las apañaban en los años de la guerra fría? Estarían "físicamente" unos cerca de otros, ¿no? (Si no, no me lo explico...)

Daniel Marín dijo...

Hola Javier: en esta página de documentos históricos de la NASA hay una sección dedicada a la gestión (management stories). No me he podido leer todas, por supuesto, pero a lo mejor alguna te es útil:

http://history.nasa.gov/series95.html

un saludo.

JCasado dijo...

Muchas gracias, David. Conocía la página, pero es cierto que entro de tarde en tarde (una vez al año o menos), y cada vez que entro veo más y más material... ¡Imposible leerlo todo! (aunque me gustaría) Es impresionante el pedazo de biblioteca que pone la NASA al servicio de cualquiera. Y eso por no hablar de su servidor de documentos técnicos... (NTRS)

Por cierto, la parte correspondiente a las memorias de Chertok va creciendo (van digitalizándolo poco a poco). ¿Las has leído, por casualidad? Es una de mis lecturas pendientes, pero va pasando el tiempo...

Unknown dijo...

Buena tarde me podria proporcionar mas informacion acerce de ingenieria concurrente

mil gracias
Paula Gomez

Daniel Marín dijo...

Hola Javier. La memorias de Chertok, "Raketi i liudi", son fabulosas. Desgraciadamente sólo están traducidas al inglés los primeros tomos (por Asif Siddiqi), que son los que aparecen en la página de la NASA. A cambio, se pueden conseguir gratuitamente en ruso por la red el resto de libros. El problema es, como con todas las memorias, saber distinguir los hechos reales de las apreciaciones subjetivas del autor. Lamentablemente esta precaución no se ha tenido muy en cuenta a la hora de abordar la historia del programa espacial soviético, por lo que todavía persiste el mito -divulgado por Chertok- que nos presenta la historia de la cosmonáutica como un enfrentamiento entre "buenos" (Korolyov) y "malos" (Cheloméi y Glushkó), lo cual es absolutamente falso.

Un saludo.

A n d r e s i t o dijo...

ando como loco averiguando si el origen de la ingenieria concurrente es de la manera que nos lo cuentas o tal vez exista otra historia... pero aun no lo consigo, en un documento que tengo dice: "La ingeniería concurrente, también llamada por muchos autores ingeniería simultánea, es un fenómeno que aparece a principios de la década de los ochenta en el Japón y que llega a Europa a través de América, fundamentalmente Estados Unidos, a finales de esa misma década".
Estoy confundido ... Alguien que me ayude...!

JCasado dijo...

¡Ah, ¿creías que era fácil?! ;-)

Efectivamente, yo dediqué bastante tiempo a buscarlo cuando escribí esto, y no fui capaz de encontrarlo. De lo que estoy prácticamente seguro es de que nació antes de los años 80, pero es cierto que fue en los 80 cuando se popularizó. Aunque tampoco puedo encontrar confirmación a esto...

Quién sabe, quizás lo he soñado todo :-)))

Anónimo dijo...

Que buen post.! Quiero comenzar diciendo que soy ingeniero en software y trabajo para una empresa norteamericana. Vine a la empresa con la idea de que iba a implementar conocimientos de la facultad lo ultimo en procesos de ingenieria, y ultimamente me he sentido muy desanimado al ver que nada de lo que esperaba se usa en mi empresa. Lo que no podia entender que de alguna manera el proceso que nosotros usamos se adecua bastante al de "ingenieria concurrente"..lamentablemente no soy una de las personas que apoyan eso pero que funciona funciona.

Bueno nada, queria agradecer por el post que no se como lllegue y lo termine leyendo..ahora me abre un poco la manera de pensar sobre el bendito proceso que usamos en la emmpresa, y ver de formalizarlo un poquito mas.

saludos

sebas

Aledato dijo...

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