Acabo de volver de las vacaciones veraniegas, y lo primero que me encuentro al llegar a Madrid es una ola de calor, anunciada en todos los noticiarios. Vaya recibimiento...
Lo curioso es que poco después, tras horas de bucear en noticias espaciales atrasadas (creo que esto está empezando a dejar de ser un hobby, si ya tengo que descansar de ello en el verano) me encuentro con una curiosa, y que viene muy a colación: que Madrid ha sido la protagonista de un estudio promovido por la ESA sobre las olas de calor en las grandes ciudades. Han elegido esta ciudad porque precisamente es una de las urbes europeas que más sufren el ataque de estos asfixiantes periodos en los meses veraniegos. Menudo privilegio... al parecer, la temperatura del aire llega a alcanzar los 50ºC en nuestra ciudad en estas ocasiones. No me extraña que uno sienta que el aire quema cuando sales por la puerta en un día así, ni le extrañará a nadie tampoco que Madrid tienda a convertirse en una ciudad fantasma en las tardes estivales, o que los madrileños huyamos de nuestra ciudad como de la peste en estos meses.
El estudio se ha realizado con una combinación de medios terrestres, aéreos y espaciales. Satélites de observación terrestre combinados con aviones equipados con sensores térmicos (infrarrojos) y vehículos instrumentados que recorrían al mismo tiempo la senda cubierta por el avión. El resultado es un mapa térmico de la ciudad, que refleja las acumulaciones de calor provocadas por la actividad humana. Se supone que esta información debe servir a nuestros gobernantes municipales para un mejor ordenamiento urbano en el futuro, que intente minorar en lo posible estos focos de calor. Que de verdad se utilice bien o no esta información ya es otra cuestión, pero la tecnología nos brinda los medios necesarios para hacerlo.
Os adjunto dos interesantes imágenes en este artículo:
La que lo encabeza es una de las imágenes térmicas tomadas de la zona norte de Madrid durante la campaña mencionada, el pasado 1 de julio por la noche. Parece increíble que sea una imagen térmica, ya que podría ser perfectamente una imagen "real" (en el espectro visible) o una imagen radar, pues reproduce exactamente el mapa de la ciudad: podemos ver el ardiente asfalto dibujando las calles, más ardiente cuanto más ancha es la misma (más circulación de vehículos y, sobre todo, menos sombra por parte de los edificios circundantes). También se aprecia (aunque para esto hay que conocerse bien la ciudad) cómo los grandes edificios de hormigón acumulan más calor que los edificios de viviendas más "normales" (la zona de Azca y de Nuevos Ministerios, y en general los alrededores del Paseo de la Castellana, se ven algo más oscuros que las manzanas de viviendas situadas más hacia el exterior). Y luego tenemos las "islas de frescor" que representan los parques: vemos claramente el estadio Santiago Bernabéu, con su fresco césped, y otros parques diseminados por la ciudad, aunque destacan las relativamente grandes extensiones verdes de las instalaciones del Canal de Isabel II en la parte inferior izquierda de la imagen, a la altura de la esquina de Ríos Rosas con Bravo Murillo.
El segundo gráfico que incluyo refleja lo que acabamos de comentar: las diferencias en la acumulación de calor entre las diferentes zonas de una ciudad, según su edificación. Hasta 3ºC de diferencia puede haber entre una zona verde y una zona de grandes edificios como los que comentaba alrededor de la Castellana, y hasta 4ºC con un área rural. Así que ya saben, señores de la planificación urbana: póngannos más parques, no sólo para respirar mejor, tener algún sitio donde pasear o para que puedan jugar nuestros niños; también para que nuestras ciudades sean algo menos invivibles en verano.
En cualquier caso, me temo que los madrileños tendremos que seguir intentando escapar de las olas de calor veraniegas rumbo a la montaña o a la playa, mientras tarareamos la famosa canción de The Lovin’ Spoonful, Summer in the City:
Hot Town, Summer in the City,
Back of my neck getting dirty and gritty
Been down, isn't it a pity
Doesn't seem to be a shadow in the city
All around, people looking half dead
Walking on the sidewalk,
hotter than a match head
But at night it's a different world
Go out and find a girl
Come-on come-on and dance all night
Despite the heat it'll be alright
And babe, don't you know it's a pity
That the days can't be like the nights
In the summer, in the city
In the summer, in the city
¡Saludos, y enhorabuena a los que estéis a punto de iros de vacaciones! (Imágenes: ESA y Universidad de Valencia)
Lo curioso es que poco después, tras horas de bucear en noticias espaciales atrasadas (creo que esto está empezando a dejar de ser un hobby, si ya tengo que descansar de ello en el verano) me encuentro con una curiosa, y que viene muy a colación: que Madrid ha sido la protagonista de un estudio promovido por la ESA sobre las olas de calor en las grandes ciudades. Han elegido esta ciudad porque precisamente es una de las urbes europeas que más sufren el ataque de estos asfixiantes periodos en los meses veraniegos. Menudo privilegio... al parecer, la temperatura del aire llega a alcanzar los 50ºC en nuestra ciudad en estas ocasiones. No me extraña que uno sienta que el aire quema cuando sales por la puerta en un día así, ni le extrañará a nadie tampoco que Madrid tienda a convertirse en una ciudad fantasma en las tardes estivales, o que los madrileños huyamos de nuestra ciudad como de la peste en estos meses.
El estudio se ha realizado con una combinación de medios terrestres, aéreos y espaciales. Satélites de observación terrestre combinados con aviones equipados con sensores térmicos (infrarrojos) y vehículos instrumentados que recorrían al mismo tiempo la senda cubierta por el avión. El resultado es un mapa térmico de la ciudad, que refleja las acumulaciones de calor provocadas por la actividad humana. Se supone que esta información debe servir a nuestros gobernantes municipales para un mejor ordenamiento urbano en el futuro, que intente minorar en lo posible estos focos de calor. Que de verdad se utilice bien o no esta información ya es otra cuestión, pero la tecnología nos brinda los medios necesarios para hacerlo.
Os adjunto dos interesantes imágenes en este artículo:
La que lo encabeza es una de las imágenes térmicas tomadas de la zona norte de Madrid durante la campaña mencionada, el pasado 1 de julio por la noche. Parece increíble que sea una imagen térmica, ya que podría ser perfectamente una imagen "real" (en el espectro visible) o una imagen radar, pues reproduce exactamente el mapa de la ciudad: podemos ver el ardiente asfalto dibujando las calles, más ardiente cuanto más ancha es la misma (más circulación de vehículos y, sobre todo, menos sombra por parte de los edificios circundantes). También se aprecia (aunque para esto hay que conocerse bien la ciudad) cómo los grandes edificios de hormigón acumulan más calor que los edificios de viviendas más "normales" (la zona de Azca y de Nuevos Ministerios, y en general los alrededores del Paseo de la Castellana, se ven algo más oscuros que las manzanas de viviendas situadas más hacia el exterior). Y luego tenemos las "islas de frescor" que representan los parques: vemos claramente el estadio Santiago Bernabéu, con su fresco césped, y otros parques diseminados por la ciudad, aunque destacan las relativamente grandes extensiones verdes de las instalaciones del Canal de Isabel II en la parte inferior izquierda de la imagen, a la altura de la esquina de Ríos Rosas con Bravo Murillo.
El segundo gráfico que incluyo refleja lo que acabamos de comentar: las diferencias en la acumulación de calor entre las diferentes zonas de una ciudad, según su edificación. Hasta 3ºC de diferencia puede haber entre una zona verde y una zona de grandes edificios como los que comentaba alrededor de la Castellana, y hasta 4ºC con un área rural. Así que ya saben, señores de la planificación urbana: póngannos más parques, no sólo para respirar mejor, tener algún sitio donde pasear o para que puedan jugar nuestros niños; también para que nuestras ciudades sean algo menos invivibles en verano.
En cualquier caso, me temo que los madrileños tendremos que seguir intentando escapar de las olas de calor veraniegas rumbo a la montaña o a la playa, mientras tarareamos la famosa canción de The Lovin’ Spoonful, Summer in the City:
Hot Town, Summer in the City,
Back of my neck getting dirty and gritty
Been down, isn't it a pity
Doesn't seem to be a shadow in the city
All around, people looking half dead
Walking on the sidewalk,
hotter than a match head
But at night it's a different world
Go out and find a girl
Come-on come-on and dance all night
Despite the heat it'll be alright
And babe, don't you know it's a pity
That the days can't be like the nights
In the summer, in the city
In the summer, in the city
¡Saludos, y enhorabuena a los que estéis a punto de iros de vacaciones! (Imágenes: ESA y Universidad de Valencia)
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