La Comisión Augustine presentó ayer su "Summary Report" a la Casa Blanca, mientras se sigue trabajando en el informe definitivo. Dicho informe final diferirá de éste en cuanto a nivel de detalle y datos que respaldan las conclusiones y recomendaciones, pero no en cuanto a la "esencia" del contenido, que ya está aquí. Aunque personalmente espero que dicho informe final incluya un capítulo como "summary" que sea equivalente a éste pero más trabajado. Porque, personalmente, y sin entrar en su fondo, este resumen me ha parecido muy pobre en sus formas, y prácticamente inútil en su misión, que debe ser la de ayudar al presidente de los Estados Unidos a tomar una decisión.
Antes de explicar en detalle por qué digo esto, comentaré brevemente el contenido del informe. Digo brevemente, porque realmente no hay grandes novedades sobre lo que ya se había anticipado en anteriores comunicados extraoficiales por parte de miembros de la comisión.
El informe presenta a la Casa Blanca cinco opciones de cara al futuro del programa espacial tripulado norteamericano, algunas con pequeñas subvariantes. De estas 5 opciones, 2 son "obligatorias" y las otras 3 van "de regalo". Me explico: cuando se constituyó la comisión, se le pidió que entregase en sus conclusiones al presidente dos opciones entre las cuales Obama elegiría el futuro del programa espacial; y estas dos opciones deberían cumplir unos requisitos económicos, que básicamente eran el mantenimiento del presupuesto actual de la NASA entre 2010 y 2014, con una subida a partir de 2014 del 1,4% anual (por debajo del 2,4% anual previsto para la inflación). Así que la comisión ha presentado esas 2 opciones que se le pedían dentro de esas restricciones… pero como el resultado era bastante penoso, han decidido presentar otras 3 opciones adicionales que se saltan la restricción presupuestaria y que requerirían 3000 millones de dólares más al año de aquí a 2014, con un crecimiento posterior del presupuesto anual acorde con la inflación, es decir, del 2,4%.
Pues bien, de las dos opciones “dentro del presupuesto”, la primera es básicamente seguir igual que hasta ahora: abandonar el Shuttle en 2011 (se descarta en todos los casos hacerlo en 2010, aprovechando que la administración Obama ya tiene prácticamente asumida la extensión hasta 2011 para permitir terminar los vuelos a la estación), abandonar la estación en 2015, y seguir con el desarrollo del Ares I, Ares V y Orión. Con esta opción, el Ares V no estaría listo hasta 2020, y el módulo lunar y demás sistemas asociados a la misión lunar se irían hasta 2030 como mínimo. Además, el periodo sin disponibilidad de transporte, entre la baja del transbordador y la entrada en servicio del Orión, sería de 7 años (aunque hay que decir que en ninguna de las otras opciones baja de 6).
En la práctica, esta primera opción es claramente inaceptable: supone abandonar la estación justo cuando se acaba de terminar (algo que, lógicamente, la comisión desaprueba claramente en otra parte del informe; está claro que hacer eso sería absurdo, y un suicidio político); y, a cambio, no ofrece nada, sólo un montón de años por delante para desarrollar unos sistemas que servirían para ir… a ningún sitio. Absurdo. Para mí, ésta es una opción para rellenar una casilla, claramente. O más bien una forma sutil de presentar duramente la realidad de la situación actual…
Eso nos lleva a la opción 2, en la práctica la única aceptable dentro de las restricciones de presupuesto: abandonar el desarrollo tanto del Ares I como del Ares V, y desarrollar en su lugar un único Ares V algo menos potente (“Ares V Lite”), que estaría listo hacia 2020. La ISS se mantendría en activo hasta 2020, y el Shuttle se retiraría en 2011, mientras que la subida de astronautas a la órbita terrestre se realizaría con lanzadores convencionales. Con el nuevo lanzador Ares V Lite se podría pensar en realizar misiones a la Luna u otros destinos en el futuro, pero, como en la opción 1, esto tendría que empezar a partir de 2020, pues hasta entonces no habrá ni un dólar disponible para invertir en ello.
Como puede verse, si bien la opción 1 es de locos, la opción 2 tampoco es que sea la panacea: supone seguir haciendo más o menos lo mismo que hasta ahora (que ya es algo, porque con la 1, ni eso) mientras se va fabricando un cohete potente poquito a poco para que la próxima generación ya pueda empezar a pensar qué hacen con él. En realidad, la única diferencia práctica (aunque importante) con la opción 1 es que no se abandona la ISS, pero por lo demás es equivalente, aunque con lanzadores distintos (sin olvidar el gran atractivo que esto supone para la industria privada, que tendría en sus manos el acceso a la órbita baja).
De las opciones “fuera del presupuesto”, la primera, la opción 3, es básicamente seguir con los planes actuales, pero poniendo el dinero necesario para hacerlos posibles. La cuantía necesaria, común a las 3 opciones fuera del presupuesto, es la comentada anteriormente, y en esta opción eso supondría seguir adelante con el Ares I y el Ares V con el objetivo de poder volver a la Luna a mediados de la década de los 20. Pero eso sí, cargándose la ISS en 2015. Lo cual directamente convierte esta opción en inaceptable para cualquiera, desde mi punto de vista.
El resto de opciones “fuera del presupuesto” se plantean de forma que de aquí a la década de 2020 sí sea posible ir “a alguna parte”. No entraré en detalles, que ya se hace cansino y ya tendremos tiempo de seguir hablando de esto, pero comentaré que se descarta totalmente la misión a Marte, y se presentan opciones bien para ir a la Luna, o bien para volar de acá para allá sin descender en ningún sitio (misiones tripuladas a la órbita lunar, a la órbita marciana, a los puntos de Lagrange…). Para llevarlo a cabo se presentan diferentes opciones de lanzadores, desde el Ares V Lite hasta derivados del Space Shuttle, pasando por la utilización de lanzadores comerciales (poco realista en este caso por su escasa potencia y la excesiva complejidad que introducen, con múltiples lanzamientos necesarios).
Y, aunque reconozco que he sido muy parco aquí explicando el resto de opciones, mi mayor queja hacia el presente informe (preliminar, eso sí) es que resulta tan poco claro como este resumen que acabo de hacer. Tanto, que me parece imposible tomar alguna decisión en base a este documento, aunque seas un experto en el tema. Y si pensamos que va dirigido a políticos y no a especialistas, esa falta de claridad es especialmente grave.
El problema del presente informe, y que espero sinceramente que se arregle en el definitivo, es que apenas se presentan datos. Hay opciones, sí, pero… ¿cómo las comparo? ¿Cuáles son los pros y los contras de cada una? ¿Qué impacto tienen unas y otras en la NASA, en la industria privada, en la masa laboral de los diferentes estados afectados, etc…? Nada, no hay nada, no me refiero ya a datos detallados, sino simplemente a una tabla resumen de pros y contras de cada opción, y una comparativa entre opciones que tenga en cuenta determinados parámetros básicos (técnicos, científicos, laborales, políticos… caben muchos, pero pueden elegirse fácilmente los 4 ó 5 más relevantes). En fin, falta lo más básico en un informe como éste: algo en base a lo cual poder elegir, porque si no… ¿elegimos simplemente la opción que nos parezca “más chula”? Hombre, ya sé que no sería la primera vez que un político hace esto, pero no se lo pongamos tan a huevo…
Mi queja está, por tanto, en la forma más que en el fondo. Bueno, sobre el fondo tengo mis dudas, pero esperaré a ver los análisis que hay detrás de cada caso presentado, cuando salga el informe definitivo (espero que ofrezcan esa información). Pero si se presenta un informe preliminar a modo de resumen de conclusiones, para que se vaya debatiendo a nivel político, presentar un documento como éste me parece, personalmente, una cagada, con perdón.
Seamos claros: no sólo en política, sino en el día a día de cualquier empresa o institución, lo más normal es que un informe completo no se lo lea nadie. Así de claro. Me refiero a nadie de a quienes va dirigido, de quienes tienen que tomar una decisión en base a dicho informe. Esas personas van al resumen, al sumario, eso se lo leen, y si en algún punto tienen alguna duda, acuden al capítulo adecuado para leer ese detalle más en profundidad. Pero salvo eso, lo único que se lee es el resumen. Por eso, el resumen debe mostrar todos los datos importantes de forma muy clarita, especialmente las conclusiones. Si existen dichas conclusiones, basta con presentarlas, y el que quiera saber el porqué de cada una, que se lea el resto; pero si no hay conclusiones, como es este caso, y lo que hay es una lista de opciones para que el jefe elija, lo que hay que presentar es datos objetivos que permitan comparar y tomar una decisión. Aquí esos datos prácticamente no existen, y los pocos que se dan no están claritos en formato tabla, sino que hay que rebuscarlos entre un texto que resulta farragoso. La verdad, parece que este documento lo hubiera redactado un becario, tiene más pinta de proyecto fin de carrera que de informe profesional con el que se pueda trabajar de verdad. Si en mi trabajo pido un informe de este estilo y me presentan esto, lo devuelvo para que me lo repitan, os lo aseguro; con esto no hay quien pueda sacar nada útil en claro.
Como digo, quiero creer que el informe final incluirá un capítulo resumen de ese estilo que comento, porque va a ser prácticamente lo único que se van a leer Obama y sus asesores (bueno, Obama no leerá ni eso). El informe completo lo vamos a leer cuatro especialistas y cuatro frikis, pero los políticos que van a tomar la decisión ni lo entenderían ni tienen tiempo para leérselo entero. Por eso es tan importante que el “summary” sea claro, conciso, y contenga los datos adecuados para tomar una decisión (y diría más… que se presente de tal forma que intentemos que se tome la decisión que queremos; y estoy contando muchos trucos hoy). Este informe preliminar no cumple ninguna de estas premisas. Y en base a esto, tengo mis dudas de que el próximo las cumpla. Pero en fin, ya veremos… Entre tanto, me temo que la gente de Obama no va a perder mucho el tiempo con esto. Además, bastante tienen ya con intentar arreglar su sistema sanitario, ahora que por fin parece que lo de la crisis les deja un rato para ello. Lo que menos le importará ahora a la Casa Blanca es qué hacer con sus astronautas. Para eso hay tiempo…
Antes de explicar en detalle por qué digo esto, comentaré brevemente el contenido del informe. Digo brevemente, porque realmente no hay grandes novedades sobre lo que ya se había anticipado en anteriores comunicados extraoficiales por parte de miembros de la comisión.
El informe presenta a la Casa Blanca cinco opciones de cara al futuro del programa espacial tripulado norteamericano, algunas con pequeñas subvariantes. De estas 5 opciones, 2 son "obligatorias" y las otras 3 van "de regalo". Me explico: cuando se constituyó la comisión, se le pidió que entregase en sus conclusiones al presidente dos opciones entre las cuales Obama elegiría el futuro del programa espacial; y estas dos opciones deberían cumplir unos requisitos económicos, que básicamente eran el mantenimiento del presupuesto actual de la NASA entre 2010 y 2014, con una subida a partir de 2014 del 1,4% anual (por debajo del 2,4% anual previsto para la inflación). Así que la comisión ha presentado esas 2 opciones que se le pedían dentro de esas restricciones… pero como el resultado era bastante penoso, han decidido presentar otras 3 opciones adicionales que se saltan la restricción presupuestaria y que requerirían 3000 millones de dólares más al año de aquí a 2014, con un crecimiento posterior del presupuesto anual acorde con la inflación, es decir, del 2,4%.
Pues bien, de las dos opciones “dentro del presupuesto”, la primera es básicamente seguir igual que hasta ahora: abandonar el Shuttle en 2011 (se descarta en todos los casos hacerlo en 2010, aprovechando que la administración Obama ya tiene prácticamente asumida la extensión hasta 2011 para permitir terminar los vuelos a la estación), abandonar la estación en 2015, y seguir con el desarrollo del Ares I, Ares V y Orión. Con esta opción, el Ares V no estaría listo hasta 2020, y el módulo lunar y demás sistemas asociados a la misión lunar se irían hasta 2030 como mínimo. Además, el periodo sin disponibilidad de transporte, entre la baja del transbordador y la entrada en servicio del Orión, sería de 7 años (aunque hay que decir que en ninguna de las otras opciones baja de 6).
En la práctica, esta primera opción es claramente inaceptable: supone abandonar la estación justo cuando se acaba de terminar (algo que, lógicamente, la comisión desaprueba claramente en otra parte del informe; está claro que hacer eso sería absurdo, y un suicidio político); y, a cambio, no ofrece nada, sólo un montón de años por delante para desarrollar unos sistemas que servirían para ir… a ningún sitio. Absurdo. Para mí, ésta es una opción para rellenar una casilla, claramente. O más bien una forma sutil de presentar duramente la realidad de la situación actual…
Eso nos lleva a la opción 2, en la práctica la única aceptable dentro de las restricciones de presupuesto: abandonar el desarrollo tanto del Ares I como del Ares V, y desarrollar en su lugar un único Ares V algo menos potente (“Ares V Lite”), que estaría listo hacia 2020. La ISS se mantendría en activo hasta 2020, y el Shuttle se retiraría en 2011, mientras que la subida de astronautas a la órbita terrestre se realizaría con lanzadores convencionales. Con el nuevo lanzador Ares V Lite se podría pensar en realizar misiones a la Luna u otros destinos en el futuro, pero, como en la opción 1, esto tendría que empezar a partir de 2020, pues hasta entonces no habrá ni un dólar disponible para invertir en ello.
Como puede verse, si bien la opción 1 es de locos, la opción 2 tampoco es que sea la panacea: supone seguir haciendo más o menos lo mismo que hasta ahora (que ya es algo, porque con la 1, ni eso) mientras se va fabricando un cohete potente poquito a poco para que la próxima generación ya pueda empezar a pensar qué hacen con él. En realidad, la única diferencia práctica (aunque importante) con la opción 1 es que no se abandona la ISS, pero por lo demás es equivalente, aunque con lanzadores distintos (sin olvidar el gran atractivo que esto supone para la industria privada, que tendría en sus manos el acceso a la órbita baja).
De las opciones “fuera del presupuesto”, la primera, la opción 3, es básicamente seguir con los planes actuales, pero poniendo el dinero necesario para hacerlos posibles. La cuantía necesaria, común a las 3 opciones fuera del presupuesto, es la comentada anteriormente, y en esta opción eso supondría seguir adelante con el Ares I y el Ares V con el objetivo de poder volver a la Luna a mediados de la década de los 20. Pero eso sí, cargándose la ISS en 2015. Lo cual directamente convierte esta opción en inaceptable para cualquiera, desde mi punto de vista.
El resto de opciones “fuera del presupuesto” se plantean de forma que de aquí a la década de 2020 sí sea posible ir “a alguna parte”. No entraré en detalles, que ya se hace cansino y ya tendremos tiempo de seguir hablando de esto, pero comentaré que se descarta totalmente la misión a Marte, y se presentan opciones bien para ir a la Luna, o bien para volar de acá para allá sin descender en ningún sitio (misiones tripuladas a la órbita lunar, a la órbita marciana, a los puntos de Lagrange…). Para llevarlo a cabo se presentan diferentes opciones de lanzadores, desde el Ares V Lite hasta derivados del Space Shuttle, pasando por la utilización de lanzadores comerciales (poco realista en este caso por su escasa potencia y la excesiva complejidad que introducen, con múltiples lanzamientos necesarios).
Y, aunque reconozco que he sido muy parco aquí explicando el resto de opciones, mi mayor queja hacia el presente informe (preliminar, eso sí) es que resulta tan poco claro como este resumen que acabo de hacer. Tanto, que me parece imposible tomar alguna decisión en base a este documento, aunque seas un experto en el tema. Y si pensamos que va dirigido a políticos y no a especialistas, esa falta de claridad es especialmente grave.
El problema del presente informe, y que espero sinceramente que se arregle en el definitivo, es que apenas se presentan datos. Hay opciones, sí, pero… ¿cómo las comparo? ¿Cuáles son los pros y los contras de cada una? ¿Qué impacto tienen unas y otras en la NASA, en la industria privada, en la masa laboral de los diferentes estados afectados, etc…? Nada, no hay nada, no me refiero ya a datos detallados, sino simplemente a una tabla resumen de pros y contras de cada opción, y una comparativa entre opciones que tenga en cuenta determinados parámetros básicos (técnicos, científicos, laborales, políticos… caben muchos, pero pueden elegirse fácilmente los 4 ó 5 más relevantes). En fin, falta lo más básico en un informe como éste: algo en base a lo cual poder elegir, porque si no… ¿elegimos simplemente la opción que nos parezca “más chula”? Hombre, ya sé que no sería la primera vez que un político hace esto, pero no se lo pongamos tan a huevo…
Mi queja está, por tanto, en la forma más que en el fondo. Bueno, sobre el fondo tengo mis dudas, pero esperaré a ver los análisis que hay detrás de cada caso presentado, cuando salga el informe definitivo (espero que ofrezcan esa información). Pero si se presenta un informe preliminar a modo de resumen de conclusiones, para que se vaya debatiendo a nivel político, presentar un documento como éste me parece, personalmente, una cagada, con perdón.
Seamos claros: no sólo en política, sino en el día a día de cualquier empresa o institución, lo más normal es que un informe completo no se lo lea nadie. Así de claro. Me refiero a nadie de a quienes va dirigido, de quienes tienen que tomar una decisión en base a dicho informe. Esas personas van al resumen, al sumario, eso se lo leen, y si en algún punto tienen alguna duda, acuden al capítulo adecuado para leer ese detalle más en profundidad. Pero salvo eso, lo único que se lee es el resumen. Por eso, el resumen debe mostrar todos los datos importantes de forma muy clarita, especialmente las conclusiones. Si existen dichas conclusiones, basta con presentarlas, y el que quiera saber el porqué de cada una, que se lea el resto; pero si no hay conclusiones, como es este caso, y lo que hay es una lista de opciones para que el jefe elija, lo que hay que presentar es datos objetivos que permitan comparar y tomar una decisión. Aquí esos datos prácticamente no existen, y los pocos que se dan no están claritos en formato tabla, sino que hay que rebuscarlos entre un texto que resulta farragoso. La verdad, parece que este documento lo hubiera redactado un becario, tiene más pinta de proyecto fin de carrera que de informe profesional con el que se pueda trabajar de verdad. Si en mi trabajo pido un informe de este estilo y me presentan esto, lo devuelvo para que me lo repitan, os lo aseguro; con esto no hay quien pueda sacar nada útil en claro.
Como digo, quiero creer que el informe final incluirá un capítulo resumen de ese estilo que comento, porque va a ser prácticamente lo único que se van a leer Obama y sus asesores (bueno, Obama no leerá ni eso). El informe completo lo vamos a leer cuatro especialistas y cuatro frikis, pero los políticos que van a tomar la decisión ni lo entenderían ni tienen tiempo para leérselo entero. Por eso es tan importante que el “summary” sea claro, conciso, y contenga los datos adecuados para tomar una decisión (y diría más… que se presente de tal forma que intentemos que se tome la decisión que queremos; y estoy contando muchos trucos hoy). Este informe preliminar no cumple ninguna de estas premisas. Y en base a esto, tengo mis dudas de que el próximo las cumpla. Pero en fin, ya veremos… Entre tanto, me temo que la gente de Obama no va a perder mucho el tiempo con esto. Además, bastante tienen ya con intentar arreglar su sistema sanitario, ahora que por fin parece que lo de la crisis les deja un rato para ello. Lo que menos le importará ahora a la Casa Blanca es qué hacer con sus astronautas. Para eso hay tiempo…
7 comentarios:
Has dado en el clavo Javier en cuanto a la vaguedad del informe. Salvo en lo que respecta a la recomendación de sustituir el Ares I por un lanzador privado, los demás puntos del informe son -¿deliberadamente?- demasiado abstractos para articular una estrategia política definida a partir de ellos, que es precisamente para lo que se redactó este informe.
Por ejemplo, espero que el informe final justifique adecuadamente la opción del "Ares V Lite" frente a otros lanzadores propuestos, porque lo que he leído no me convence mucho.
También es posible que la Comisión sea vaga deliberadamente a sabiendas de que las posibilidades de un aumento presupuestario son casi nulas, por lo que no vale la pena concretar escenarios que no se van a hacer realidad.
Espero que no sea esto último.
Un saludo.
PD: por supuesto, yo seré uno de los cuatro frikis que se leerán el final report ;-)
No deberia esta gente, como abstract (un sumario del sumario), dejar claro que la humanidad esta perdiendo capacidad tecnologica espacial en letra a 26 puntos y negrita?
La verdad es que es triste ver como la primera potencia espacial va dejando de lado la apuesta por el espacio y la voluntad de innovacion. Tratando de estirar lo que ya hay hasta extremos indecibles. No puedo dejar de acordarme del gran Asimov y su Fundacion.
Daniel, pues ya somos dos frikis que nos leeremos el informe final. Ya cubrimos el 50% de la cuota de frikismo :-)))
Pasandoporaqui, lo cierto es que sí hay comentarios en el informe que apuntan a lo que dices, aunque tan vagos como el resto (o más). Hay una recomendación para que la NASA se centre en investigación básica de cara a desarrollar tecnologías avanzadas para el futuro, en vez de limitarse a fabricar lanzadores que no introducen nada nuevo, lo cual puede encargarse perfectamente a la industria privada. Estoy completamente de acuerdo con que éste debería ser uno de los principales objetivos de la NASA, y lo he comentado por aquí en varias ocasiones. Lo malo es que la recomendación es tan vaga que no pasa de ser una especie de declaración de intenciones; más que hacerlo casi a modo de comentario, como se hace aquí, me hubiera gustado encontrar una recomendación más concreta, como pudiera ser "destinar al menos un xx% del presupuesto a la investigación en nuevas tecnologías de cara a xxxx". Sin una recomendación clara de este estilo, esos comentarios al final suelen quedar en nada. Y más cuando se trata de una recomendación tan poco "vendible" como ésta: tristemente, la investigación básica es mucho menos vistosa de cara al exterior; es mucho más efectista llevar en pocos años a un astronauta a la Luna, aunque sea con medios y costes idénticos a los de los años 60, que invertir de cara a desarrollar tecnologías y bajar costes a largo plazo. Es el problema de trabajar "de cara a la galería", como se hace demasiadas veces...
Lo que no entiendo es esa propuesta, planteada como podibilidad, de desorbitar la ISS en 2015 y tener el Orion listo en 2018 (2011 retirada del shuttle + 7 años) sin dinero ademas para desarrollar el ares V...
Si se diera ese escenario, ¿Que C... piensan hacer con la bonita capsula? ¿Repetir los experimentos del skylab o las saylut?
Pasandoporaqui: Excelente la comparacion con Fundacion, de Asimov... Recuerdo que los nobles del Imperio se justificaban diciendo que las tecnologias atrasadas (Cápsulas? Cohetes sin energia nuclear?) eran mas simples, mas practicas, etc... Nadie admite jamas su propia decadencia
Exacto: esa opción, la 1, es absurda. Pero supongo que la ponen porque es lo que ocurrirá si simplemente no se hace nada; es el resultado de la continuación de la situación actual con el presupuesto existente, simplemente. Por eso comentaba en mi entrada que esa opción es descartable desde el principio, por absurda (aparte de que cualquier opción que implique el abandono de la ISS en 2005 es, además de absurda, inviable políticamente).
Personalmente no me convence nada todo esto. Ni el resumen ni, me temo, el informe final. Tampoco ninguna de las cinco opciones. "Houston, we've got a problem"
De cara al público, la imagen de la NASA sufre mucho con todo esto (y como ya he dicho en más de una ocasión es gasolina para los conspiranoicos). Ya podían poner un par de huXXXs sobre la mesa y al menos hacer un informe en condiciones, en el que se refleje claramente la situación actual, todos los datos y tablas que comenta Javier, cuál serán las repercusiones futuras que se preveen para cada una de las cinco opciones y la situación actual del resto del mundo, algo que a los norteamericanos les cuesta ver siempre.
Teniendo en cuenta las expectativas creadas por Constellation, la situación actual es deprimente. Si el informe no deja nada en claro, los políticos, que en su mayoría son menos listos de lo que se piensan, optarán por la opción dos. Y aquí me pregunto, ¿cómo encajará esta opción con el abandono del Ares I, teniendo en cuenta el dinero y el trabajo invertidos?
Aún así, soy optimista, o más bien necesito serlo... Bueno chicos, me voy a ver unos videos del Apolo... (afortunados aquellos del 69, que pudieron verlo en directo)
Totalmente de acuerdo, Juan Antonio, también en que la opción 2 tiene pinta de ser la más atractiva para un político, si no hay inputs adicionales.
Ahora bien, la cosa se está poniendo calentita. Atención a la entrada que voy a publicar esta tarde. No sé qué influencia podrá tener en el desarrollo de los acontecimientos, pero al menos da qué pensar...
Qué culebrón...
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