Corea del Sur ha anunciado que el año próximo introducirá su primer lanzador espacial. Se convertiría así en el cuarto, quinto, o sexto país asiático con capacidad espacial.
¿Por qué cuarto, quinto o sexto? Porque tenemos como claros países asiáticos con capacidad espacial a Japón, China e India. Pero también está Israel, con una capacidad “rara”: puede lanzar, y lanza, pequeños satélites (militares, principalmente) con sus misiles adaptados, pero no es una actividad espacial claramente diferenciada; además, aunque realmente es un país asiático, lo cierto es que no es de los habitualmente considerados como tales. Pero bueno, si lo tenemos en cuenta, Corea del Sur bajaría al quinto puesto. Pero podría pasar al sexto si tenemos en cuenta la capacidad, aún no probada, de su vecino Corea del Norte. Este país ha realizado un par de intentos sin éxito de poner en órbita un satélite con un misil adaptado, pero por ahora no se le considera probada esa capacidad espacial. Aunque podría tenerla de forma latente, lo que aumenta en uno más el grupo de países asiáticos con competencias en la materia. Y no nos olvidemos de Irán, de quien hace algunos meses se rumoreaba que podría estar poniendo en marcha un programa similar, con tecnología probablemente análoga a la de los coreanos del norte…
De todas formas, si nos atenemos a las capacidades del que será su lanzador, Corea del Sur se situará claramente en el cuarto puesto asiático, por potencia y tecnología. Utilizando una primera etapa derivada del cohete ruso Angara y aceleradores laterales de propulsante sólido, su lanzador estaría muy por delante de los diseños norcoreanos, israelitas o iraníes (todos ellos directos derivados de misiles de alcance medio) en cuanto a tecnología y potencia se refiere. El diseño dio comienzo en 2004 con colaboración rusa, y el primer lanzamiento se prevé en 2008.
En fin, está claro que cruzar la nueva frontera ha dejado de ser el privilegio de unos pocos, y cada vez más países demuestran no querer perder la oportunidad de poder estar presentes allí con sus propios medios. Desde luego, motivos no faltan, sean estos económicos, sociales, políticos o militares (raramente científicos, aunque luego vengan estos como ventaja añadida). Bienvenidos sean. A ver si Brasil se une pronto al grupo, que ya va siendo hora de que termine su racha de mala suerte… (Foto: Spacedaily)
¿Por qué cuarto, quinto o sexto? Porque tenemos como claros países asiáticos con capacidad espacial a Japón, China e India. Pero también está Israel, con una capacidad “rara”: puede lanzar, y lanza, pequeños satélites (militares, principalmente) con sus misiles adaptados, pero no es una actividad espacial claramente diferenciada; además, aunque realmente es un país asiático, lo cierto es que no es de los habitualmente considerados como tales. Pero bueno, si lo tenemos en cuenta, Corea del Sur bajaría al quinto puesto. Pero podría pasar al sexto si tenemos en cuenta la capacidad, aún no probada, de su vecino Corea del Norte. Este país ha realizado un par de intentos sin éxito de poner en órbita un satélite con un misil adaptado, pero por ahora no se le considera probada esa capacidad espacial. Aunque podría tenerla de forma latente, lo que aumenta en uno más el grupo de países asiáticos con competencias en la materia. Y no nos olvidemos de Irán, de quien hace algunos meses se rumoreaba que podría estar poniendo en marcha un programa similar, con tecnología probablemente análoga a la de los coreanos del norte…
De todas formas, si nos atenemos a las capacidades del que será su lanzador, Corea del Sur se situará claramente en el cuarto puesto asiático, por potencia y tecnología. Utilizando una primera etapa derivada del cohete ruso Angara y aceleradores laterales de propulsante sólido, su lanzador estaría muy por delante de los diseños norcoreanos, israelitas o iraníes (todos ellos directos derivados de misiles de alcance medio) en cuanto a tecnología y potencia se refiere. El diseño dio comienzo en 2004 con colaboración rusa, y el primer lanzamiento se prevé en 2008.
En fin, está claro que cruzar la nueva frontera ha dejado de ser el privilegio de unos pocos, y cada vez más países demuestran no querer perder la oportunidad de poder estar presentes allí con sus propios medios. Desde luego, motivos no faltan, sean estos económicos, sociales, políticos o militares (raramente científicos, aunque luego vengan estos como ventaja añadida). Bienvenidos sean. A ver si Brasil se une pronto al grupo, que ya va siendo hora de que termine su racha de mala suerte… (Foto: Spacedaily)
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