09 abril 2008

Obama y la NASA

A veces tengo la impresión de que casi escribo un blog sobre el programa espacial norteamericano, o sobre la política espacial de aquel país. No es mi intención, ya me gustaría poder comentar (y criticar, si se tercia) la política espacial rusa o europea, pero la verdad es que de la primera todavía se filtran pocas cosas hasta occidente, y en cuanto a la segunda, todavía tiene un perfil tan bajo que le cuesta trabajo llamar la atención. Aunque en el fondo creo que lo que más influye es que en los Estados Unidos es donde el conjunto de los aficionados al espacio tiene mayor nivel, mayor acceso a los medios, o es más activo en cuanto a divulgar estos temas, así que al final los que observamos el conjunto tenemos mucha más información de los más pequeños detalles de allí que de la visión global de otros países como Rusia (no digamos ya China, por ejemplo).

Bueno, al grano. El caso es que hoy vengo a comentar parte de las intenciones del candidato demócrata a la presidencia Barack Obama en cuanto al programa espacial de su país. Unas intenciones que vienen a confirmar solapadamente lo que ya venía yo insinuando desde que Bush lanzase su "visión sobre la exploración del espacio" en 2004: que todo se quedará en aguas de borrajas.


Ya estaba claro desde el discurso de Bush que la mención a los viajes a Marte no era más que burda propaganda para llamar la atención (eso se veía ya en su discurso, sin más que analizarlo un poco críticamente), aunque le propuesta de volver a la Luna parecía bastante más concreta. Los pequeños avances realizados por la NASA desde entonces en cuanto al futuro programa lunar, parecían irle dando poco a poco más solidez al proyecto (cuanto más se ha avanzado en un determinado proyecto, más difícil es para nadie cancelarlo), aunque eso tampoco significaba mucho: por ahora los planes lunares no pasan de estudios sobre el papel, y eso es fácilmente desmontable por cualquier administración sin armar ningún ruido. No es por darme importancia (en realidad era algo evidente para cualquiera), pero ya decía yo desde el principio que todos estos planes quedaban a expensas de que las siguientes administraciones siguieran apoyándolos, lo cual distaba mucho de estar garantizado.

Pues bien, parece que Barack Obama, uno de los que tienen a día de hoy más papeletas para sentarse en el despacho oval, no lo apoya. Es decir, apoya la continuación de los trabajos en el lanzador Ares y la nave Orión como sustitutos del transbordador (la alternativa sería quedarse sin acceso al espacio, y eso sería inaceptable para cualquier presidente), pero desaparece cualquier referencia a futuros planes de misiones tripuladas más allá de la órbita terrestre.

Hasta aquí, nada que objetar. Se veía venir, y, como ya he comentado en varias ocasiones, la utilidad de las misiones tripuladas más allá de la órbita terrestre es, cuando menos, dudosa (por mucho que sean excitantes para todos los aficionados), así que es lógico que unos políticos tengan opiniones a favor y otros en contra, si ni siquiera los expertos se ponen de acuerdo al respecto. Pero lo que sí voy a criticar (¿no creeríais que iba a hablar de política espacial sin criticar a alguien?) es la forma en que Obama ha presentado, indirectamente, esta nueva política espacial.

Pues bien, Obama incluye en su programa una iniciativa social de gran interés, para promover la educación infantil gratuita de los 0 a los 4 años. Hasta ahí, nada que objetar, todo lo contrario. Este programa social le costaría al gobierno americano 18.000 millones de dólares por año, y Obama ha anunciado que, para evitar aumentar el déficit público, estas cifras se recortarán de otras partidas del presupuesto de la nación. ¿Y a que no sabéis de dónde se le ha ocurrido recortar? No, hombre, no, no seáis tan malpensados... ¿de verdad creéis que va a recortar fondos de ciencia para promover la educación, desvistiendo un santo para vestir a otro? ¿Quizás pensáis que va a recortar el ya exiguo 0,55% del presupuesto federal adjudicado a la NASA para dedicarlo a este programa, teniendo a la vista la quinta parte de los fondos totales de la nación, el 20,5 % dedicado a Defensa? Caramba, pues sí que tenéis vista, habéis acertado de pleno. Quién lo iba a pensar...

Pues sí, muchachos (y muchachas): cómo vamos a recortar gastos en Defensa, por ejemplo, para educar a los niños, si podemos recortárselo a esos técnicos y científicos que se gastan nuestros impuestos en divertirse con sus cosas sin generar nada de interés... Al menos los soldados generan muertos, que ya es algo. Perdonad la ironía y la evidente demagogia, pero es que estas cosas, por mucho que estés acostumbrado a ellas, no dejan de ser indignantes. Que no soy ningún idealista que piense que los ejércitos no hacen falta (aunque los Estados Unidos, en mi opinión, lo llevan al otro extremo), es que es una cuestión de magnitudes: si necesitas recortar 2 mil millones de algún lado (redondeando), se notará menos recortándoselo a una partida de 575 mil millones (Defensa) que a una partida de 15 mil millones (NASA), ¿no? En el primer caso les reduces un 0,3%, y en el segundo un 13%. Evidentemente, es una presentación simplista, y siempre puedes repartir el recorte entre diferentes partidas haciendo que el impacto en cada una sea prácticamente despreciable. Pero no, se lo recortas todo a la NASA, que, total, no vale para nada.

Y es que eso es lo que trasluce detrás de estas propuestas: que existe la sensación generalizada de que la NASA no es importante, que es un gasto inútil, y que sus fondos estarían mejor repartidos en otras actividades. Y si además lo presentas como un recorte para promover la educación infantil, quién se va a negar… ¿es que estás en contra de la infancia o qué? Eso sí que es demagogia, por supuesto, en toda regla, pero es de lo más habitual.

Por supuesto que la NASA tiene sus problemas, y sus ineficiencias, y sus derroches de dinero poco aprovechado… como cualquier otra parte de cualquier administración. Pero la NASA hace ciencia y tecnología. Eso es lo que parece olvidarse. Se recorta la ciencia y la tecnología para promover la educación infantil. Eso, en román paladino, es hacer un pan como unas hostias. Pero refleja perfectamente la visión generalizada que se tiene de la NASA y la actividad espacial no sólo en los Estados Unidos, sino en buena parte del mundo: un gasto inútil, del que prácticamente nadie sabe que es un gasto ínfimo, prácticamente despreciable en el conjunto de los gastos de la nación (el 0,55%, frente al 20,5% de Defensa, por poner un ejemplo claro).

Bueno, volviendo a los hechos objetivos: Obama declara específicamente que esos fondos se recortarán a la NASA, y en concreto al programa Constellation. No detalla cómo se recortará este programa, pero dado que por otra parte defiende la continuación de los trabajos en el Ares I y el Orión al ritmo actual, para minimizar el hueco tras la retirada del Shuttle, sólo queda intuir que el recorte afectará a la otra parte del programa Constellation: es decir, al lanzador pesado Ares V (la base de futuros vuelos más allá de la órbita terrestre) y al programa lunar.

Como ya he dicho antes, en esto no hay gran cosa que objetar: habrá gente a favor de que se olviden los planes de misiones tripuladas por el Sistema Solar, y gente en contra, pero es una cuestión de opiniones (con sólidos argumentos en cada caso). Pero que se decidan cancelar estos planes no es lo mismo que recortar el dinero asignado a esos planes; más que nada porque dicho dinero ya fue recortado en su día (no hace mucho) a otros proyectos de la NASA, precisamente en su mayor parte a proyectos de ciencia básica. Si se quiere (y está en su perfecto derecho, ya digo) eliminar la visión de Bush, hágase, pero reasignando los fondos liberados dentro de la agencia, no quitándoselos por las buenas sin más reflexión para asignárselos a otra partida presupuestaria, por muy interesante que ésta sea.

En fin, sólo quería destacar este punto: que, lamentablemente, esto demuestra que la percepción de la NASA como un organismo que dilapida ingentes masas de dinero público en cosas inútiles está enormemente extendida por todas partes. Aunque los números digan exactamente lo contrario.

10 comentarios:

monsieur le six dijo...

Completamente de acuerdo. Una vergüenza para EEUU y para el mundo en general, sobre todo ante las enormes cifras del Departamento de Defensa. Pero bueno, ellos sabrán lo que hacen, luego se lamentan de que los rusos y los europeos llevan la inicativa... no sé qué esperan con esta actitud

Anónimo dijo...

Me hace gracia escuchar a la gente criticar a EEUU por los recortes de presupuestos de la NASA, y siempre en tono alarmista, que si se retrasará la carrera espacial, que si les adelantarán...

Visto de este modo, Rusia, Europa y China deben de estar contentísimos viendo como se recorta continuamente el presupuesto para el espacio pero más bien creo que están fastidiados porque ven que por mucho retraso que haya en EEUU, por mucho recorte presupuestario que perjudique a la NASA, nunca jamás les darán alcance. La gente puede quejarse obviamente, pero estos yankis pueden permitirse el lujo de tener retraso tras retraso y continuar al frente de este gran cotarro simplemente porque los demás contrincantes no son rivales de su talla (me refiero en esto último a la carrera espacial a Marte por ejemplo).

De acuerdo, veo muy bien que se critiquen estas medidas para el presupuesto de la NASA (yo el primero), pero ya puestos ¿por qué no hacer lo propio con nuestra industria? Veamos, hay infinitud de ejemplos, uno al azar hmmmmm, el rover europeo a Marte. ¿Recuerdan cuando se hicieron pruebas en el volcán del Teide? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces? Hombre no estoy metido en el proyecto como deducirán pero el proyecto de los DOS rovers marcianos americanos comparado con el nuestro, fué un visto y no visto.

Luego pasa lo que pasa: ¡por fin, hemos lanzado el nuevo rover marciano europeo! ¿Revolucionario? Bueno, comparado con los que ruedan por Marte ahora sí pero si lo ponemos al lado del nuevo Mars Science Laboratory de combustible nuclear que saldrá en 2009 hacia el planeta rojo, pues no.

JCasado dijo...

Bueno, no creo que a mi me hayas oído criticarlo en modo alarmista, y mucho menos en términos de que alguien "les pueda adelantar"; esto último suele venir más bien de allí mismo, de los propios Estados Unidos, que a veces por convencimiento (erróneo, según mi punto de vista, como ya he comentado a veces por aquí) y a veces simplemente por atacar donde más les duele (para intentar provocar reacciones) alarman de esta forma. Pero eso no quita para que critique lo que no me parece correcto.

Tu comentario lo planteas en términos de carrera competitiva por ver quién lidera en el espacio, y desde mi punto de vista, dicha carrera no existe. Desde luego, Europa no participa en dicha carrera, la URSS lo hizo en su día pero hace tiempo que está fuera del juego, y en cuanto a China, quienes anuncian una carrera por su parte es que están un poco alejados de la realidad, desde mi punto de vista (ya hablé sobre ello hace tiempo, aquí: http://fjcasadop.blogspot.com/2006/01/el-programa-espacial-chino.html). Así que, como pienso que no existe dicha carrera, no puedo estar de acuerdo con muchos de tus comentarios, como lo de "permitirse el lujo de los retrasos", etc, “porque siguen estando al frente”... No se trata de eso (siempre desde mi punto de vista, lógicamente todo esto es subjetivo). Por otra parte, en lo de que los demás "contrincantes" no son "rivales de su talla" no estoy en absoluto de acuerdo: Rusia ha demostrado siempre, y sigue haciéndolo, que está a la vanguardia en el sector espacial (no digo por delante ni por detrás, sino al mismo nivel), y en cuanto a Europa, si bien le falta dominar unas pocas tecnologías (básicamente el soporte vital y algo más de experiencia en escudos térmicos de reentrada), también está a un nivel tecnológico similar; China, más o menos lo mismo, e India no va demasiado lejos. Otra cosa es que hablemos en términos económicos: la NASA tiene 4 veces más presupuesto que la ESA, 18 veces más que Roskosmos (Rusia), y varias veces más (no tengo el dato a mano) que la India o China. En esas condiciones, lógicamente puede hacer más cosas. Aún así, no deja de ser sorprendente para mi el caso de Rusia, que sigue estando a la vanguardia con tan escaso presupuesto.

Dices que criticamos mucho a Estados Unidos y deberíamos criticar más a otros, como Europa. Bien, ya comenzaba yo el artículo con un pequeño "disclaimer" en este sentido, puesto que la información procedente de Estados Unidos es tremendamente abundante, hasta el más mínimo detalle, mientras que de otros países no llega tanta. Como digo al principio, ya me gustaría tener también esta minuciosidad de datos para criticar (si es el caso) a Europa, China, Rusia o Japón... Ahora bien, no creo que eso sea impedimento para criticar lo que me parece mal de la política espacial norteamericana. ¿Que aún así, a pesar de todos los recortes, siguen siendo los que más invierten en el espacio? Vale, sí, desde luego, eso hay que reconocérselo; pero que la situación en otros sitios sea peor no creo que sea motivo para no lamentarse porque allí empeore. Afortunadamente para todos, la exploración espacial redunda en beneficios y conocimientos para toda la humanidad, sea cual sea el país que la lleve a cabo, así que creo que si un país baja su inversión en este aspecto, nos repercute a todos, y por eso lo lamento (otra cosa es que estén en su perfecto derecho, que lo están, o que debiéramos pedir a nuestros respectivos países que inviertan más en este tema, que también; pero una cosa no quita la otra, creo yo).

En cuanto al tema de Europa, aunque creo que es desviarse del tema principal, ya que lo has tocado te daré mi opinión: primero, no creo que debamos autoatacarnos de tal forma, poniéndonos "a parir" por “lo mal” que lo hacemos en el espacio, porque no me parece justo. Primero, nuestra inversión en espacio es muy inferior a la de la NASA (como la cuarta parte), y además empezamos bastante más tarde; empezar tarde y con poco dinero no es la mejor forma de "dar alcance" a la vanguardia, y aún así creo que lo hemos conseguido (al menos en "calidad", si no en "cantidad"). Por otra parte, y por volver con el ejemplo americano, allí no sólo "tira" la NASA: también la fuerza aérea, y el ejército en su día, tiene un segmento espacial con grandes presupuestos, que ayuda a tirar del sector, algo con lo que no cuenta Europa; es decir, esa diferencia de 4 a 1 en presupuesto de la NASA a la ESA se hace mayor si contamos la parte espacial militar norteamericana. En estas condiciones, no me parece que estemos tan mal. Otra cosa es que podamos exigir a nuestros gobiernos que inviertan más en el espacio para reconducir esta situación, pero ése es otro tema. Así que, con tal diferencia en presupuestos, y con un nivel de gasto similar al americano (es decir, no contamos con la ventaja de los rusos, por ejemplo, que a pesar de tener un presupuesto muy inferior también tienen gastos laborales mucho más bajos), no es de extrañar que los proyectos de la ESA no sean tan numerosos y espectaculares como los de la NASA. Y aún así, creo que la situación está cambiando muy rápidamente en los últimos años, en realidad a un nivel espectacular: ahora mismo tenemos un módulo laboratorio en la ISS; el vehículo espacial automático más avanzado que existe (el ATV); cuatro sondas interplanetarias en activo (una en Venus, otra en Marte, otra alrededor del Sol y otra camino de un cometa), varias en fase de desarrollo (una a Mercurio, el rover que comentas a Marte), sin contar con las que ya han terminado su misión (al cometa Halley, a Titán y a la Luna); tenemos una de las mayores flotas de satélites científicos del mundo, incluyendo telescopios en las bandas del infrarrojo, ultravioleta, rayos X y visible (este último en cooperación con la NASA); y, no nos olvidemos, el lanzador pesado de mayor éxito comercial del mundo, más un lanzador ligero en desarrollo. No me parece poco, la verdad, dado el presupuesto y los problemas que supone coordinar un amplio número de países con políticas diferentes y no siempre los mismos intereses. ¿Que es mejorable? ¡Por supuesto! Y debemos luchar por ello, y por aumentar los presupuestos y la involucración de los diferentes estados miembros, pero creo que es muy injusto presentar a Europa como si estuviera a la cola de la exploración espacial. No tenemos un vehículo espacial tripulado, eso es cierto, y por eso no llamamos la atención, porque eso es lo realmente vistoso. Pero la realidad es que a día de hoy Europa ocupa un puesto importante en la actividad espacial, afortunadamente.

Y tampoco nos dejemos cegar por los aparentes retrasos. Es cierto, el rover marciano europeo, ExoMars, se anunció hace años, y aún seguimos esperando. Pero aquí hay múltiples factores: primero, que esto no es exclusivo de Europa, ni muchísimo menos, y si no, pensemos en las múltiples misiones de la NASA (por decir lo más conocido) que se anuncian y luego se retrasan durante años, o simplemente terminan canceladas; eso pasa en todos lados. Por otra parte, los proyectos espaciales se desarrollan siempre con cierta lentitud, no sólo en la ESA: un plazo de 10 años desde que se plantea la misión hasta que se lanza suele ser de lo más razonable, estemos en Europa, Rusia o los Estados Unidos. Luego tenemos un hándicap, que es el apoyo de los países miembros a la misión: si no está dentro del programa obligatorio de la ESA, es decir, si depende de las aportaciones voluntarias de los países miembros, estará a merced de las veleidades políticas de estos. Esto es un pequeño lastre para la ESA debido a su configuración como conglomerado de países, pero en el fondo no es muy distinto de cómo le pueden afectar a los programas de la NASA los cambios en los presupuestos o los objetivos planteados por las diferentes administraciones.

En fin, creo que ya me he enrollado bastante por hoy. Por resumir, y volviendo al principio: nunca he pretendido criticar a la NASA o al gobierno norteamericano porque sí, y desde luego les reconozco todo lo que han hecho y están haciendo por la exploración espacial en beneficio de toda la humanidad; pero precisamente por eso, me duele que quiera rebajarse esta fantástica aportación a la ciencia y la tecnología. ¿Tan malo es criticar eso?

Saludos

Anónimo dijo...

Muchas gracias por una respuesta tan bien argumentada y larga, se agradecen.
Tal vez enfoqué mal mi comentario desde un principio, lo que quería reflejar era la lentitud de Europa en todos los proyectos comparado con los de EEUU. Si a la lentitud europea le sumamos el superior presupuesto norteamericano la diferencia se agrava.
Si es que tenemos muchos ejemplos, antes puse el de los rovers marcianos pero podemos encontrar más casos, como en el ejército. El Eurofighter es un proyecto europeo que según wikipedia comenzó allá por el año 1983, su primero vuelo fué en 1994. El F-22 norteamericano (supuestamente su equivalente) y también según wikipedia empezó a diseñarse en el 1986 por Lockheed, finalmente resultó ganador frente a otro proyecto rival. Voló en 1990.
¿Quedan dudas? 11 años en un caso y 4 en otro. Además, se supone que la guerra fría por estas fechas estaba más que acabada así que no puede argumentarse razones de "seguridad nacional" que acelerasen el proyecto.
Simplemente es así, esta es nuestra gran lacra. Y lo mejor es que desconozco total y absolutamente la razón. Ya digo, he puesto un ejemplo militar pero se pueden poner muchos más que no lo sean, solo hay que rascar un poco por la red.
Es más, tanto el Eurofighter como el F-22 han entrado ya en servicio aunque con una pequeña diferencia, mientras que el norteamericano ya vuela "prácticamente" al 100%, aquí nos inventamos 3 actualizaciones llamadas Tranche1, 2 y 3 que tienen que ser implementadas poco a poco. Ya se ha provado la Tranche2 en un prototipo. Sí, prototipo. He aquí de nuevo nuestra lacra.

Saludos.

JCasado dijo...

Es que quizás el Eurofighter no es un buen ejemplo. Bueno, o todo lo contrario: puede ser un buen ejemplo de los múltiples problemas que pueden surgir como consecuencia de que Europa no es un único país, sino un conglomerado de muchos con diferentes intereses. Efectivamente, el Eurofighter ha tenido, por ejemplo, requisitos diferentes para cada país, y además ha estado sufriendo los acuerdos y desacuerdos a nivel político. Efectivamente, es un buen ejemplo de mala gestión consecuencia de la complejidad política que supone eso que llamamos Europa, aunque técnicamente se haya conseguido un aparato magnífico.

Pero tenemos otros ejemplos que podemos poner, donde sucede lo contrario: Airbus. Una compañía que en pocos años ha pasado de la nada a convertirse en el líder mundial en la aviación comercial (puesto compartido con Boeing, alternándose una y otra entre los puestos 1 y 2 por pequeñísimas diferencias). Y con plazos de desarrollo a la vanguardia del sector, nada que ver con lo que ha pasado con el Eurofighter.

Por último, simplemente comentar que, aunque no conozco el detalle, no me creo los 4 años del F-22, lo siento. Ahí tiene que haber, seguro, algún error. Un proyecto aeronáutico no pasa de la nada a su entrada en servicio en 4 años, ni de lejos. Seguro que ya había mucho trabajo avanzado en 1986, al menos un par de años más.

Saludos

Anónimo dijo...

Lo primero de todo es saludar a todo el mundo porque es la primera vez que escribo en el foro. También agradecer a Javier su gran labor en la difusión de la astronaútica (todo apasionado de ella agradecemos su labor).
Y entrando al trapo sobre vuestros comentarios, me gustaría añadir un nuevo punto de vista en cuanto a la reducción de fondos para la investigación en USA: últimamente (y cada vez más) los científicos de la NASA se están poniendo un poco "pesaditos" con sus conciudadanos en cuanto a la sostenibilidad del "American Way of Life" para nuestro planeta.
Me explico. Como buenos científicos han estudiado con su red tecnológica (satélites, rádares, etc) todo esto del cambio climático, etc, etc, y se están dando cuenta de que como sigamos al ritmo actual de consumo energético y crecimiento, van hacer falta 16 planetas Tierra para suministrarnos "sociedad del bienestar".
Todo lo que hay que hacer para que el planeta no se vaya al garete pasa por reeducar a los ciudadanos y a las industrias en sus costumbres de consumo energético, tratamiento de resíduos, etc. ¡Y eso es altamente impopular! Da igual que seas el presidente de una nación como USA, o su candidato a presidirla.
Así que me imagino (bajo mi punto de vista de un españolito de a pie) que el apartado presupuestario destinado a la NASA irá reduciéndose o aumentándose en función de que a los políticos de turno se les dore más o menos la píldora (dicho llana y rápidamente).
Además de todo lo que habéis expuesto anteriormente que por supuesto también influirá.
Pero me gustaría saber vuestra opinión sobre el asunto que os he expuesto.
Un saludo...

monsieur le six dijo...

Muy de acuerdo con el largo texto de Javier, que creo que también es aplicable al caso Eurofighter. Es injusto comparar un proyecto como el F-22, llevado a cabo por una empresa (Lockeed Martin) que además tiene una larga trayectoria en desarrollos parecidos, con un acuerdo multinacional (Alemania-España-Italia-Reino Unido) que involucra diferentes empresas y está condicionado a múltiples factores políticos, presupuestarios, etc. España, por ejemplo, uno de los cuatro socios, ¿tenía acaso experiencia anterior en el desarrollo de aviones militares avanzados? No, hemos participado como hemos podido, en parte aprovechando este proyecto y otros como Airbus para fomentar el desarrollo de nuestra industria, que los necesita para dar sus primeros y tímidos pasos. Imagino que el caso italiano es similar, aunque ya habían participado en el Tornado, pero con una participación pequeña. Creo que sólo los británicos tenían experiencia real en desarrollo de cazabombarderos de alto nivel (Tornado, Harrier...). Es injusto comparar entonces un proyecto como este con uno de la USAF, con larguísima experiencia en estos temas y rodeada de empresas como Boeing y Lockeed Martin, que son las primeras del mundo en esto. Más bien al contrario, creo que ha sido todo un éxito, pese a sus retrasos y actualizaciones.

Creo que esta misma reflexión es aplicable al caso ESA-NASA.

JCasado dijo...

A Condor: personalmente creo que los altibajos en los presupuestos de un organismo como la NASA dependen más de la percepción subjetiva global que el gobierno y los ciudadanos tienen de su labor que hechos más o menos objetivos. En cualquier caso, en el aspecto concreto del cambio climático te comentaré que fue uno de las partidas presupuestarias dentro de la NASA que sufrió los recortes internos para desviar fondos al programa Constellation pedido por el presidente Bush. Fue uno de los muchos proyectos de ciencia básica que sufrió los recortes.

A Mr. Le Six: en el caso del Eurofighter, aunque no conozco la evolución del proyecto en detalle, hubo otro factor importante, sobre todo al comienzo: las diferentes especificaciones (a veces casi hasta contradictorias) por parte de los miembros del consorcio. Que si yo lo quiero para superioridad aérea, que si yo para ataque al suelo, que si yo lo quiero para patrullar sobre el mar, que si yo sobre tierra, que si monoplaza, que si biplaza... Las cosas de ser diferentes países con diferentes expectativas e intereses. Lo raro es que haya terminado saliendo algo que más o menos les sirva a todos...

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Ingresen a: http://www.mundoversus.com/hillaryvsobama/
alli se esta realizando una encuesta y seria bueno que todos lo que queremos a Obama participemos

Anónimo dijo...

YO SOLO VOY A RESUMIR EN ALGO... SI ESTADOS UNIDOS DEJARA DE INVERTIR EN LA GUERRA Y EN LA NASA... SOLUCIONARIA EN MUCHOS PAISES DEL TERCER MUNDO EL HAMBRE..