El cosmonauta Pavel Vinogradov, comandante de la Expedición 13 a la ISS, que volvió a la Tierra el pasado 28 de septiembre de 2006 tras una estancia de seis meses en la estación, se ha despachado a gusto sobre la gestión del programa espacial en su país, y sobre la gestión de la ISS en general, en una reciente entrevista concedida a Novosti Kosmonavtiki. Aunque sus comentarios deben ser tomados a nivel personal, y desde una posición alejada de los puestos de responsabilidad del programa espacial ruso, no dejan de ser de gran interés. Es evidente que la forma de pensar de un empleado en cualquier empresa suele ser a menudo bastante diferente de la que puedan tener sus gestores, pero no por ello deja de ser importante lo que se piensa "en las trincheras". De hecho, aunque en ocasiones desde abajo se puede perder la perspectiva general, en otras se tiene una visión mucho más directa de la realidad. En cualquier caso, os presento aquí un extracto de las declaraciones que he encontrado más "jugosas".
Vinogradov critica la política de reservar un asiento de las Soyuz para pasajeros de pago (turistas espaciales o astronautas extranjeros), porque ello está suponiendo no disponer de capacidad suficiente para el propio cuerpo de cosmonautas, a cambio de cifras económicas que, según él, no generan beneficio, bastando para poco más que cubrir gastos. Propone Vinogradov que, si se quiere explotar este lado comercial, sea lanzando misiones específicas para ello que no interfieran con las misiones "reales", permitiendo así enviar al espacio a los cosmonautas noveles que a día de hoy prácticamente no tienen oportunidad de adquirir esta experiencia.
También critica la falta de sintonía entre Sevastyanov, cabeza de RKK Energiya (la corporación líder del programa espacial tripulado ruso) y Perminov, cabeza de Roskosmos (la agencia espacial rusa), con puntos de vista divergentes en los últimos años. Apunta, por ejemplo, a los intentos de Energiya de introducir el Kliper o la Soyuz avanzada, que se han encontrado con la frialdad por parte de Roskosmos. Apuntando a la urgente necesidad de sustituir la actual Soyuz, Vinogradov comenta:
Dentro de cinco o seis años, los americanos nos dirán "adiós". Nos están tolerando sólo porque necesitan tiempo para construir su Orión. Después, nos mandarán ya sabes dónde con nuestra Soyuz de 40 años. Todos, absolutamente todos los astronautas que han volado en la Soyuz comentan: "Esto es viajar en tercera clase". Es un shock para ellos. Y no hablamos de gente corriente, muchos de ellos son pilotos de pruebas con mucho mundo y que tienen con qué comparar la Soyuz. [Refiriéndose a Jeffrey Williams, astronauta norteamericano de la expedición 13 que acompañó a Vinogradov a bordo de la Soyuz en el retorno a tierra:] Cuando sacaron a Jeff de la cápsula dijo "Jesús, ¿esto es lo que llamáis un aterrizaje suave? Cómo será entonces un aterrizaje duro..."
Refiriéndose después a la gestión que se está haciendo de la Estación Espacial Internacional, comenta:
¿Por qué tenemos que aumentar el tamaño de la tripulación? ¿Qué harían [los tripulantes adicionales]? [Refiriéndose a una reciente reunión:] Sevastyanov y Solovyov mostraron sólo dos diapositivas relativas a experimentos. Esto es exactamente lo que tendríamos que estar preparando para 2009, mantener a la tripulación ocupada con experimentos científicos, y no tenerles haciendo mantenimiento de una estación ya envejecida y excesivamente grande. Ahora estamos volando con eficiencia cero. Estamos llevando a cabo experimentos de hace 30 años. Aunque puedan ser importantes, ¿nos ayudan a avanzar? No tengo ni idea: los resultados desaparecen entre una maraña de doctores en diferentes campos. Los americanos están haciendo experimentos que ya hicimos nosotros en los días de las Salyut y la Mir. ¿Por qué? ¿No pueden encontrar los resultados? ¿O no quieren? Es increíble. Siempre he creído que teníamos que volar por el interés de la ciencia, para producir resultados útiles para mucha gente, y todo lo que hacemos es mantener la estación en funcionamiento. El 62% del tiempo se va en mantenimiento de los sistemas de a bordo, el 15% en necesidades personales, y sólo un 23% se dedica a la ciencia. Uno podría pensar que si la tripulación se incrementa, estos porcentajes deberían cambiar a favor de la ciencia, ¡pero no! Las listas de experimentos que deberían estar haciendo cola para llevarse a cabo a bordo no existen, ni existirán en 2009, porque para eso debería estarse invirtiendo dinero ahora, y no se está haciendo. Y de esta forma, la tripulación de 6 miembros será una pérdida de tiempo...
Desde luego, Vinogradov no se muerde la lengua. Está claro que Rusia ha cambiado mucho desde los tiempos soviéticos en materia de libertad de expresión... Esperemos que alguien escuche las críticas.
Pavel V. Vinogradov, nacido en 1953, forma parte del cuerpo de cosmonautas desde 1992, y voló a bordo de la Mir durante seis meses y medio, entre 1997 y 1998. Es ingeniero aeronáutico especializado en motores cohete, y tiene un máster en sistemas informáticos. (Foto: NASA)
Vinogradov critica la política de reservar un asiento de las Soyuz para pasajeros de pago (turistas espaciales o astronautas extranjeros), porque ello está suponiendo no disponer de capacidad suficiente para el propio cuerpo de cosmonautas, a cambio de cifras económicas que, según él, no generan beneficio, bastando para poco más que cubrir gastos. Propone Vinogradov que, si se quiere explotar este lado comercial, sea lanzando misiones específicas para ello que no interfieran con las misiones "reales", permitiendo así enviar al espacio a los cosmonautas noveles que a día de hoy prácticamente no tienen oportunidad de adquirir esta experiencia.
También critica la falta de sintonía entre Sevastyanov, cabeza de RKK Energiya (la corporación líder del programa espacial tripulado ruso) y Perminov, cabeza de Roskosmos (la agencia espacial rusa), con puntos de vista divergentes en los últimos años. Apunta, por ejemplo, a los intentos de Energiya de introducir el Kliper o la Soyuz avanzada, que se han encontrado con la frialdad por parte de Roskosmos. Apuntando a la urgente necesidad de sustituir la actual Soyuz, Vinogradov comenta:
Dentro de cinco o seis años, los americanos nos dirán "adiós". Nos están tolerando sólo porque necesitan tiempo para construir su Orión. Después, nos mandarán ya sabes dónde con nuestra Soyuz de 40 años. Todos, absolutamente todos los astronautas que han volado en la Soyuz comentan: "Esto es viajar en tercera clase". Es un shock para ellos. Y no hablamos de gente corriente, muchos de ellos son pilotos de pruebas con mucho mundo y que tienen con qué comparar la Soyuz. [Refiriéndose a Jeffrey Williams, astronauta norteamericano de la expedición 13 que acompañó a Vinogradov a bordo de la Soyuz en el retorno a tierra:] Cuando sacaron a Jeff de la cápsula dijo "Jesús, ¿esto es lo que llamáis un aterrizaje suave? Cómo será entonces un aterrizaje duro..."
Refiriéndose después a la gestión que se está haciendo de la Estación Espacial Internacional, comenta:
¿Por qué tenemos que aumentar el tamaño de la tripulación? ¿Qué harían [los tripulantes adicionales]? [Refiriéndose a una reciente reunión:] Sevastyanov y Solovyov mostraron sólo dos diapositivas relativas a experimentos. Esto es exactamente lo que tendríamos que estar preparando para 2009, mantener a la tripulación ocupada con experimentos científicos, y no tenerles haciendo mantenimiento de una estación ya envejecida y excesivamente grande. Ahora estamos volando con eficiencia cero. Estamos llevando a cabo experimentos de hace 30 años. Aunque puedan ser importantes, ¿nos ayudan a avanzar? No tengo ni idea: los resultados desaparecen entre una maraña de doctores en diferentes campos. Los americanos están haciendo experimentos que ya hicimos nosotros en los días de las Salyut y la Mir. ¿Por qué? ¿No pueden encontrar los resultados? ¿O no quieren? Es increíble. Siempre he creído que teníamos que volar por el interés de la ciencia, para producir resultados útiles para mucha gente, y todo lo que hacemos es mantener la estación en funcionamiento. El 62% del tiempo se va en mantenimiento de los sistemas de a bordo, el 15% en necesidades personales, y sólo un 23% se dedica a la ciencia. Uno podría pensar que si la tripulación se incrementa, estos porcentajes deberían cambiar a favor de la ciencia, ¡pero no! Las listas de experimentos que deberían estar haciendo cola para llevarse a cabo a bordo no existen, ni existirán en 2009, porque para eso debería estarse invirtiendo dinero ahora, y no se está haciendo. Y de esta forma, la tripulación de 6 miembros será una pérdida de tiempo...
Desde luego, Vinogradov no se muerde la lengua. Está claro que Rusia ha cambiado mucho desde los tiempos soviéticos en materia de libertad de expresión... Esperemos que alguien escuche las críticas.
Pavel V. Vinogradov, nacido en 1953, forma parte del cuerpo de cosmonautas desde 1992, y voló a bordo de la Mir durante seis meses y medio, entre 1997 y 1998. Es ingeniero aeronáutico especializado en motores cohete, y tiene un máster en sistemas informáticos. (Foto: NASA)