Como comentaba más o menos de refilón aquí hace unas semanas, el mes pasado tuvo lugar uno de los incidentes más graves de la actividad espacial en muchos años: los problemas durante la reentrada de la misión Soyuz TMA-11.
Pues bien, como también comentaba en aquella ocasión, ya está a la venta el número de junio de la revista Espacio, donde publico un artículo analizando todo lo que se sabe hasta ahora de este accidente, desde cómo se desarrolló hasta sus posibles causas, junto con ciertas filtraciones por parte de un ingeniero anónimo relacionado con el programa espacial ruso. Podéis leer los primeros párrafos del artículo aquí, pero para leerlo completo tendréis que comprar la revista. Como ya dije en otra ocasión en que recomendé otro artículo, no lo consideréis mera propaganda, a mi me pagan lo mismo independientemente del número de ejemplares que vendan; pero creo que este artículo puede considerarse un buen anexo a mi libro “Houston, tenemos un problema”, así que probablemente pueda interesar a sus lectores, y por eso lo destaco aquí.
La revista cuesta 3,90 euros, que hay que reconocer que no es barato, sobre todo si la compras por un único artículo. Pero la verdad es que creo que este número está bastante interesante para los aficionados a la astronáutica, incluyendo otro buen artículo de Manuel Montes sobre el histórico de las armas antisatélite, uno de esos artículos que no se escriben copiando de la wikipedia (algo que, lamentablemente, últimamente hacen bastantes “colaboradores” de revistas con resultados a menudo decepcionantes e incluso erróneos; sí, en Espacio también se cuela de vez en cuando alguno de esos, qué le vamos a hacer…). En general, creo que Espacio tiene un nivel medio correcto para los aficionados a estos temas, incluyendo en ocasiones artículos muy buenos incluso si los comparamos con otras publicaciones de prestigio internacional; lo difícil a menudo para el aficionado medio es saber separar el grano de la paja en estas cosas… Quizás la principal pega que se le pueda poner sea la limitación en la extensión de los artículos, que impide en ocasiones profundizar tanto como se desearía. En cualquier caso, ya digo que es recomendable a nivel general, y creo que este número en particular lo es especialmente. Vosotros decidís.
Pues bien, como también comentaba en aquella ocasión, ya está a la venta el número de junio de la revista Espacio, donde publico un artículo analizando todo lo que se sabe hasta ahora de este accidente, desde cómo se desarrolló hasta sus posibles causas, junto con ciertas filtraciones por parte de un ingeniero anónimo relacionado con el programa espacial ruso. Podéis leer los primeros párrafos del artículo aquí, pero para leerlo completo tendréis que comprar la revista. Como ya dije en otra ocasión en que recomendé otro artículo, no lo consideréis mera propaganda, a mi me pagan lo mismo independientemente del número de ejemplares que vendan; pero creo que este artículo puede considerarse un buen anexo a mi libro “Houston, tenemos un problema”, así que probablemente pueda interesar a sus lectores, y por eso lo destaco aquí.
La revista cuesta 3,90 euros, que hay que reconocer que no es barato, sobre todo si la compras por un único artículo. Pero la verdad es que creo que este número está bastante interesante para los aficionados a la astronáutica, incluyendo otro buen artículo de Manuel Montes sobre el histórico de las armas antisatélite, uno de esos artículos que no se escriben copiando de la wikipedia (algo que, lamentablemente, últimamente hacen bastantes “colaboradores” de revistas con resultados a menudo decepcionantes e incluso erróneos; sí, en Espacio también se cuela de vez en cuando alguno de esos, qué le vamos a hacer…). En general, creo que Espacio tiene un nivel medio correcto para los aficionados a estos temas, incluyendo en ocasiones artículos muy buenos incluso si los comparamos con otras publicaciones de prestigio internacional; lo difícil a menudo para el aficionado medio es saber separar el grano de la paja en estas cosas… Quizás la principal pega que se le pueda poner sea la limitación en la extensión de los artículos, que impide en ocasiones profundizar tanto como se desearía. En cualquier caso, ya digo que es recomendable a nivel general, y creo que este número en particular lo es especialmente. Vosotros decidís.