
El Instituto para Conceptos Avanzados de la NASA fue establecido para investigar nuevas ideas en materia aeronáutica y espacial. Era, por así decirlo, el organismo de I+D avanzado de la NASA (algo redundante, pues se convierte así en la I+D dentro de la I+D, pero es una forma de definir gráficamente sus funciones), que desarrollaba ideas tan futuristas como naves espaciales que se desplacen por el Sistema Solar utilizando los campos magnéticos para su propulsión, o enjambres de minúsculos robots enviados a explorar otros planetas, o trajes espaciales que generen su propia energía a partir del movimiento de su usuario, por ejemplo.
Como todo organismo dedicado a idear conceptos novedosos, muchos de ellos probablemente no saldrán nunca adelante, pero en ocasiones se puede dar con una idea que resulte revolucionaria, y justifique por sí sola la existencia del instituto.
Evidentemente, está la cuestión del coste. Pero es que en este caso no hablamos de nada desproporcionado, sino todo lo contrario: el NIAC tiene un presupuesto de 4 millones de dólares anuales, dentro de un presupuesto total para la NASA de 17.000 millones de dólares al año. Es decir, un 0,02% del presupuesto de la agencia espacial. Casi literalmente, nada.
Pero no sólo en términos relativos la cantidad es despreciable: en términos absolutos, 4 millones de dólares son también “el chocolate del loro”. Vale, a cualquiera de nosotros nos harían un buen apaño, pero en términos industriales son una verdadera minucia, incluso para una empresa pequeña (no digamos para la NASA...). Si Griffin y los suyos están cerrando el NIAC para compensar los 600 millones de dólares adicionales que necesitan en 2008 por sobrecostes en el programa Shuttle, es que, como dice Cowing, o están tontos, o desesperados... o ambos.
La verdad, apuesto por ambos, con perdón por lo de tontos, que sé que no lo son. Pero es que es absurdo, aunque entiendo que la administración de la NASA se encuentre entre la espada y la pared y se vean de algún modo “obligados” a hacer estas cosas. Lo de obligados, con muchas comillas, por supuesto.
Está claro que la visión de Bush le está haciendo mucho daño a la NASA: lo de llevar a cabo el programa Ares/Orión sin apenas variación en el presupuesto global de la agencia, comenzó obligando a cancelar multitud de programas con el objetivo de derivar sus fondos al nuevo programa presidencial. Este recorte afectó principalmente a la ciencia, con la cancelación de programas científicos y de investigación básica, algo que fue tremendamente criticado (yo incluido) en su día. Ahora, los incrementos en los costes (que, por acción de Murphy, cuando varían siempre lo hacen al alza) obligan a realizar nuevos recortes. Y le ha tocado al NIAC, aunque evidentemente será sólo uno más, pues con esos 4 millones poco harán...
Y eso es lo verdaderamente sorprendente, y lo que denota la desesperación a la que deben estar sujetos para buscar de dónde sacar el dinero. Y es que, sinceramente, no me gustaría estar en el pellejo de Griffin y sus colegas (bueno, no sé... si es con su sueldo, a lo mejor no me importaba tanto); porque si vuelven a recortar la parte científica, se les echará todo el mundo encima (aparte de que, recortar más, lo dejará reducido a un estado de anorexia terminal); si recortan la parte aeronáutica, también está chungo, porque ya sufrió mucho en el anterior recorte; otros programas menores, como el de nanotecnología o tecnologías de la información, por ejemplo, fueron ya reducidos hasta su casi eliminación total en el anterior tijeretazo, así que de ahí poco más se puede sacar... de modo que prácticamente no le deben quedar muchas opciones. Y esa es la única explicación (pobre, muy pobre) para cerrar el NIAC. Y digo que es pobre porque, dada la cuantía de la que hablamos, lo que se está haciendo es eliminar esta investigación sin conseguir nada a cambio. Porque no nos engañemos: esos 4 millones no son nada. Dicho de otra forma: es como si de repente nos quedamos en el paro, no tenemos para pagar la hipoteca, y le quitamos al niño el euro que le habíamos dado para comprarse chuches; seguimos con el problema exactamente igual, y el niño se queda llorando. Vale, es una comparación simplona, pero creo que elocuente.
En fin, que todo esto es muy triste. Y es que se están cargando la investigación, lo que podría dar buenos resultados a largo plazo, para salir del paso en el corto plazo. Se está hipotecando el futuro. (Foto: Pat Rawlings/NASA)
ACLARACIÓN POST-ARTÍCULO: Aunque lo menciono al principio del artículo, creo que lo hago tan de pasada que no queda claro: esto, por ahora, es sólo una filtración. Es decir, no ha habido comunicado oficial, aún no se ha comunicado el cierre del NIAC. Hasta podría ser que se echasen atrás, si se monta mucho revuelo. Pero por ahora, las fuentes de la filtración parecen de bastante credibilidad. Veremos en qué queda la cosa...