Estaba tomando
hoy café en el trabajo con un compañero casi tan friki como yo, cuando hemos
recordado una serie de televisión emitida por TVE a principios de los 80: Código Rescate 1, o, en su título
original, Salvage 1. La verdad es que
no recordábamos su título, pero sí su magnífico capítulo inicial, en el que
unos cuantos chalados fabricaban un cohete y una nave para ir a la Luna a
partir de material de desecho (por ejemplo, la cápsula estaba construida a
partir de una hormigonera).
Pues bien, el
caso es que tras googlear un poco en busca del título de esa serie, me encontré
con el artículo que os enlazo a continuación, que merece la pena leer; es una
reflexión, a partir de la citada serie, sobre cómo ha evolucionado la informática
en las últimas décadas, y cómo hoy en día llevamos en el bolsillo más potencia
de cálculo de la que había en la NASA para el proyecto Apollo. Sí, ya sé que
esto es algo ya sabido por todos, pero sigue impresionando recordarlo, ¿no?
Os dejo el artículo,
que, salvo el error de decir que la monohidracina es un propulsante ficticio
(que no lo es en absoluto, aunque en realidad su nombre es monometil hidracina,
o simplemente hidracina), está bastante bien: