Algunos recordaréis que hace casi dos años anunciaba aquí la próxima entrada de Corea del Sur en la arena espacial, con la introducción de su primer lanzador espacial. De hecho, se hablaba entonces de 2008 como fecha esperada para el primer lanzamiento, cosa que, evidentemente, no ha sucedido.
Pues bien, hoy os traigo una actualización sobre el programa espacial surcoreano, con sus luces y sus sombras. Por un lado, el pasado mes de octubre se presentó a la prensa (ver foto) el que será el primer lanzador del país asiático, el KSLV-1 (originales estos nombres, ¿verdad? SLV de Space Launch Vehicle, y K de Korea; la misma nomenclatura seguida por indios y brasileños, entre otros, para sus respectivos vehículos…). Se trata de un diseño realizado en estrecha colaboración con Rusia, basado en el lanzador ruso Angara al que se le añade una etapa sólida superior de nuevo desarrollo.
El KSLV-1 debería haber llevado a cabo su primer vuelo, lanzando un satélite surcoreano, a lo largo de este año, pero “retrasos en la cooperación técnica con Rusia”, según fuentes surcoreanas, han alargado el proyecto aplazando el primer lanzamiento hasta al menos la primavera-verano de 2009.
La parte más negativa es que se esperaba que al KSLV-1 le siguiera el KSLV-2, que debería haber sido un desarrollo completamente coreano, sin utilizar material ruso en su fabricación. Aunque, por supuesto, su diseño se basaría en todas aquellas tecnologías que los coreanos hubieran podido asimilar de los rusos tras su colaboración en torno al KSLV-1. En concreto, se esperaba que Rusia realizase una transferencia tecnológica a Corea del Sur en relación con el diseño de motores cohete de propulsante líquido.
Pues bien, la situación es que dicha transferencia no se ha producido. A pesar de las intensas negociaciones, Rusia ha terminado por negarse a transferir esta tecnología, ante lo cual Corea ha reconocido su incapacidad para llevar a cabo por sí sola el desarrollo de este nuevo cohete. El gobierno ha cancelado el presupuesto previsto para 2009 en este programa, y a cambio se lanzará un estudio de viabilidad encaminado a analizar si merece la pena mantener un equipo de investigación y desarrollo con el objetivo de desarrollar estas capacidades en el país asiático.
En fin, como decía al principio, noticias buenas y malas: las buenas, que en 2009 Corea del Sur tendrá su propio lanzador espacial; pero en el lado negativo, que es posible que este lanzador, más ruso que coreano, sea el último que se haga en Corea durante unos cuantos años… (Foto: Yonhap)
Pues bien, hoy os traigo una actualización sobre el programa espacial surcoreano, con sus luces y sus sombras. Por un lado, el pasado mes de octubre se presentó a la prensa (ver foto) el que será el primer lanzador del país asiático, el KSLV-1 (originales estos nombres, ¿verdad? SLV de Space Launch Vehicle, y K de Korea; la misma nomenclatura seguida por indios y brasileños, entre otros, para sus respectivos vehículos…). Se trata de un diseño realizado en estrecha colaboración con Rusia, basado en el lanzador ruso Angara al que se le añade una etapa sólida superior de nuevo desarrollo.
El KSLV-1 debería haber llevado a cabo su primer vuelo, lanzando un satélite surcoreano, a lo largo de este año, pero “retrasos en la cooperación técnica con Rusia”, según fuentes surcoreanas, han alargado el proyecto aplazando el primer lanzamiento hasta al menos la primavera-verano de 2009.
La parte más negativa es que se esperaba que al KSLV-1 le siguiera el KSLV-2, que debería haber sido un desarrollo completamente coreano, sin utilizar material ruso en su fabricación. Aunque, por supuesto, su diseño se basaría en todas aquellas tecnologías que los coreanos hubieran podido asimilar de los rusos tras su colaboración en torno al KSLV-1. En concreto, se esperaba que Rusia realizase una transferencia tecnológica a Corea del Sur en relación con el diseño de motores cohete de propulsante líquido.
Pues bien, la situación es que dicha transferencia no se ha producido. A pesar de las intensas negociaciones, Rusia ha terminado por negarse a transferir esta tecnología, ante lo cual Corea ha reconocido su incapacidad para llevar a cabo por sí sola el desarrollo de este nuevo cohete. El gobierno ha cancelado el presupuesto previsto para 2009 en este programa, y a cambio se lanzará un estudio de viabilidad encaminado a analizar si merece la pena mantener un equipo de investigación y desarrollo con el objetivo de desarrollar estas capacidades en el país asiático.
En fin, como decía al principio, noticias buenas y malas: las buenas, que en 2009 Corea del Sur tendrá su propio lanzador espacial; pero en el lado negativo, que es posible que este lanzador, más ruso que coreano, sea el último que se haga en Corea durante unos cuantos años… (Foto: Yonhap)