Lo dijimos aquí hace apenas unos días, cuando hablábamos sobre el nuevo lanzador en desarrollo por Corea del Sur. Ya ahí comentaba que Irán era un posible candidato a entrar próximamente en el espacio, con un derivado de un misil con posible tecnología norcoreana. Pues bien, esto, que estaba basado en rumores de hace ya tiempo, se confirma ahora en palabras del responsable de política exterior y seguridad nacional iraní, Alaoddin Boroujerdi. Según sus comentarios, el nuevo lanzador está listo y "despegará pronto", llevando a bordo un pequeño satélite también de desarrollo propio.
Y la noticia realmente acaba ahí, aunque los periodistas luego la rellenen con obviedades o repaso a hechos conocidos (hay que ver todo lo que se puede escribir para no decir nada... vale, yo suelo hacer lo mismo aquí, pero esto es un blog para desvariar sobre temas espaciales, los artículos serios los enfoco con algo más de contenido).
Pues nada, haremos lo mismo: rellenar con repetición de lo (poco) que dije en el articulillo anterior, y alguna que otra obviedad:
La repetición: pues que el nuevo lanzador no es más que un derivado de un misil de alcance medio iraní (el Shahab 3), y que su objetivo principal, aparte del prestigio internacional (bueno, prestigio en oriente medio, y temores en occidente) es la satelización de pequeños ingenios de observación (espionaje regional), al igual que hace Israel. Como también dijimos en su día, se sospecha que el nuevo desarrollo podría contar con cierta colaboración norcoreana (quienes ya sabemos que llevan tiempo intentando perfeccionar un misil de largo alcance/lanzador de satélites).
Las obviedades: que, evidentemente, un lanzador de satélites puede ser utilizado como misil balístico, cambiando su carga orbital por una cabeza de guerra. Esto es posible siempre, aunque en algunos casos es impráctico y absurdo (caso de los lanzadores diseñados originalmente como tales, que no suelen tener la disponibilidad táctica exigible a un misil; esto lo determinan principalmente el tipo de propulsante utilizado, junto con los requisitos de apoyo/preparación previa al lanzamiento); pero si hablamos de un lanzador derivado de un misil, está claro que puede ser usado como misil (¿no lo era ya? es de perogrullo...).
Luego vienen ya las hipótesis mezcladas con más perogrulladas: que un satélite de observación medianamente decente no pesa menos de 300 kg, y que si este lanzador puede poner en órbita 300 kg, entonces puede lanzar una carga explosiva de al menos 300 kg en cualquier parte del mundo. Caray, qué lumbreras... Pero lo que decíamos, con algo hay que rellenar...
Los "expertos analistas" terminan finalmente con lo que era de esperar: que si qué miedo Irán, que si tal, que si cual... No diré nada, sólo una pregunta retórica: si ya sabíamos que Irán tenía misiles, ¿qué es lo que ha cambiado? Sin comentarios.
Y la noticia realmente acaba ahí, aunque los periodistas luego la rellenen con obviedades o repaso a hechos conocidos (hay que ver todo lo que se puede escribir para no decir nada... vale, yo suelo hacer lo mismo aquí, pero esto es un blog para desvariar sobre temas espaciales, los artículos serios los enfoco con algo más de contenido).
Pues nada, haremos lo mismo: rellenar con repetición de lo (poco) que dije en el articulillo anterior, y alguna que otra obviedad:
La repetición: pues que el nuevo lanzador no es más que un derivado de un misil de alcance medio iraní (el Shahab 3), y que su objetivo principal, aparte del prestigio internacional (bueno, prestigio en oriente medio, y temores en occidente) es la satelización de pequeños ingenios de observación (espionaje regional), al igual que hace Israel. Como también dijimos en su día, se sospecha que el nuevo desarrollo podría contar con cierta colaboración norcoreana (quienes ya sabemos que llevan tiempo intentando perfeccionar un misil de largo alcance/lanzador de satélites).
Las obviedades: que, evidentemente, un lanzador de satélites puede ser utilizado como misil balístico, cambiando su carga orbital por una cabeza de guerra. Esto es posible siempre, aunque en algunos casos es impráctico y absurdo (caso de los lanzadores diseñados originalmente como tales, que no suelen tener la disponibilidad táctica exigible a un misil; esto lo determinan principalmente el tipo de propulsante utilizado, junto con los requisitos de apoyo/preparación previa al lanzamiento); pero si hablamos de un lanzador derivado de un misil, está claro que puede ser usado como misil (¿no lo era ya? es de perogrullo...).
Luego vienen ya las hipótesis mezcladas con más perogrulladas: que un satélite de observación medianamente decente no pesa menos de 300 kg, y que si este lanzador puede poner en órbita 300 kg, entonces puede lanzar una carga explosiva de al menos 300 kg en cualquier parte del mundo. Caray, qué lumbreras... Pero lo que decíamos, con algo hay que rellenar...
Los "expertos analistas" terminan finalmente con lo que era de esperar: que si qué miedo Irán, que si tal, que si cual... No diré nada, sólo una pregunta retórica: si ya sabíamos que Irán tenía misiles, ¿qué es lo que ha cambiado? Sin comentarios.
Bueno, centrándonos en lo que no debería haber merecido más que un breve párrafo: que sí, que Irán dice que ya puede lanzar satélites. A ver si lo hacen pronto y les sale bien, y se centran, ellos y los demás, en estos temas del espacio en lugar de en pensar en la próxima guerra, después de Irak... (de ilusión también se vive). (Foto: lanzamiento de un Shahab 3, en imagen de la televisión iraní)