No, ésta no es
una entrada al uso. No voy a hablar de temas espaciales (últimamente hablo poco
de eso; a veces me parece como si estuviera ya todo dicho… no sé, quizás es
cansancio…), sino de algo que ya apunté por aquí hace un año. Se trataba de la
posibilidad de tratar otros temas o incluso de abrir otra sección u otro blog.
Bueno, pues creo
que me voy a decantar por lo último. Probablemente no interese a casi nadie, y
tampoco sé si esto de abrir un nuevo blog será un capricho del que me canse en
poco tiempo. Pero bueno, como es gratis… (de momento… cualquier día le ponen
impuestos).
En fin, ese blog
personal (curioso, los blogs empezaron siendo personales, pero hoy hay de todo)
no tendrá un tema fijo, hablaré de lo que me apetezca en cada momento, de
libros que voy leyendo, de mis neuras o mis cabreos con el mundo. Vamos, que lo
mismo hablo de la crisis como de lo buenas que me quedaron las costillas a la
barbacoa este fin de semana o la puerta que he pintado… No sé, la verdad es que
ni idea. Hablaré de lo que me apetezca, y seré más políticamente incorrecto de
lo que ya era a menudo en este blog. Y lo mismo publico una entrada a la semana
como una al mes… En fin, que es un experimento. Están ustedes invitados, si se
atreven…
Por cierto, que
dada la temática del blog, le pondré un título muy original y que seguro que no
se le ha ocurrido a nadie (qué va, acabo de buscarlo en Google y no hay ningún
blog con este nombre; bueno, o al menos no hay ninguno en mi barrio…): Cosas mías. Buen título,
¿eh? Si es que cuando me da la inspiración, no hay quien me pare…
El blog está aún a falta de depurar el formato y más cosillas, pero el caso es que ya está publicado. Pues nada, los más osados, allí tienen ya alguna que otra elucubración mía para abrir boca. . ¡Hasta luego!