Acabo de llegar de vacaciones, y empezaba a acumular ideas para artículos del blog. Tenía ya un par de ellas, cuando, revisando correos acumulados tras estos días de asueto, he llegado a uno que me ha cambiado el ánimo totalmente, y me ha hecho relegar esos artículos para otro momento. Y, aunque sé que resultará un tema sin interés para la mayoría, siento la necesidad de contarlo aquí.
La mujer de David S.F. Portree, Martha, ha muerto en un accidente de tráfico cerca de su domicilio de Flagstaff, Arizona. Su hija Samantha, de 4 años, iba con ella en el coche, resultando gravemente herida, con diversas fracturas (de cráneo incluidas) y conmoción cerebral. David no iba en el coche.
David es un reputado historiador espacial norteamericano. Pero, aunque no he llegado a conocerlo personalmente, era casi como un amigo, o al menos podría decir que un gran conocido. Frecuentamos foros de charla sobre el espacio, y hemos charlado (vía mail) sobre estos temas, dentro y fuera del foro, en varias ocasiones. De hecho, le he mencionado en este blog en un par de ocasiones, e incluso en una de ellas dediqué un artículo entero a una divertida anécdota contada por él. Sus opiniones, tanto sobre temas espaciales como sobre muchos otros temas (incluso política, más o menos, aunque con un norteamericano siempre hay sus matices) coinciden en gran medida con las mías, y también coincidimos en otras cosas: tenemos edades parecidas, y los dos tenemos (teníamos) familias similares: una esposa unos pocos años más joven, y una niña de 4 años en su caso, 5 en el mío. Además, David es simpático, dicharachero (al menos por escrito), discutidor incansable e incisivo, siempre con buen humor, un tío majo que hace sus pinitos hablando español... En fin, alguien con quien congenias aunque no lo conozcas directamente. Y al haberme enterado del trágico accidente... en fin, podéis imaginaros que me he sentido completamente identificado con su situación, me ha llegado a lo más hondo.
Martha y Samantha circulaban tranquilamente por una recta cuando un coche que venía en sentido contrario se cruzó a su carril, probablemente por somnolencia del conductor. El choque fue frontal, muriendo los tres ocupantes del coche contrario, y la mujer de David. Su hija se salvó, con las múltiples heridas comentadas, gracias a su sillita de seguridad. Podía habernos pasado a cualquiera de nosotros, a la familia de cualquiera. Sé que suena a tópico, pero me ha impresionado mucho.
Probablemente la mayoría no conocéis a David Portree, pero sentía la necesidad de compartir la noticia, como si de algún modo me sirviera para solidarizarme con él. Es un buen historiador y amante de la exploración espacial, pero, sobre todo, me parece que es una buena persona. No quiero ni imaginarme por lo que tiene que estar pasando.
Afortunadamente, parece que tras una temporada en la UCI y con dudas sobre posibles secuelas psíquicas, su hija finalmente acaba de abandonar el hospital. Ahora ambos tendrán que enfrentarse a una nueva vida. Les deseo todo lo mejor.
La mujer de David S.F. Portree, Martha, ha muerto en un accidente de tráfico cerca de su domicilio de Flagstaff, Arizona. Su hija Samantha, de 4 años, iba con ella en el coche, resultando gravemente herida, con diversas fracturas (de cráneo incluidas) y conmoción cerebral. David no iba en el coche.
David es un reputado historiador espacial norteamericano. Pero, aunque no he llegado a conocerlo personalmente, era casi como un amigo, o al menos podría decir que un gran conocido. Frecuentamos foros de charla sobre el espacio, y hemos charlado (vía mail) sobre estos temas, dentro y fuera del foro, en varias ocasiones. De hecho, le he mencionado en este blog en un par de ocasiones, e incluso en una de ellas dediqué un artículo entero a una divertida anécdota contada por él. Sus opiniones, tanto sobre temas espaciales como sobre muchos otros temas (incluso política, más o menos, aunque con un norteamericano siempre hay sus matices) coinciden en gran medida con las mías, y también coincidimos en otras cosas: tenemos edades parecidas, y los dos tenemos (teníamos) familias similares: una esposa unos pocos años más joven, y una niña de 4 años en su caso, 5 en el mío. Además, David es simpático, dicharachero (al menos por escrito), discutidor incansable e incisivo, siempre con buen humor, un tío majo que hace sus pinitos hablando español... En fin, alguien con quien congenias aunque no lo conozcas directamente. Y al haberme enterado del trágico accidente... en fin, podéis imaginaros que me he sentido completamente identificado con su situación, me ha llegado a lo más hondo.
Martha y Samantha circulaban tranquilamente por una recta cuando un coche que venía en sentido contrario se cruzó a su carril, probablemente por somnolencia del conductor. El choque fue frontal, muriendo los tres ocupantes del coche contrario, y la mujer de David. Su hija se salvó, con las múltiples heridas comentadas, gracias a su sillita de seguridad. Podía habernos pasado a cualquiera de nosotros, a la familia de cualquiera. Sé que suena a tópico, pero me ha impresionado mucho.
Probablemente la mayoría no conocéis a David Portree, pero sentía la necesidad de compartir la noticia, como si de algún modo me sirviera para solidarizarme con él. Es un buen historiador y amante de la exploración espacial, pero, sobre todo, me parece que es una buena persona. No quiero ni imaginarme por lo que tiene que estar pasando.
Afortunadamente, parece que tras una temporada en la UCI y con dudas sobre posibles secuelas psíquicas, su hija finalmente acaba de abandonar el hospital. Ahora ambos tendrán que enfrentarse a una nueva vida. Les deseo todo lo mejor.
1 comentario:
Conozco algo de los trabajos de David, gracias a las actividades que teníamos en la Sociedad Astronómica Juarense.
Y ahora que posteas estas noticias, pues de verdad que uno se acerca un poco con el corazón, sobretodo por las similitudes con él (mi hija tiene 5 añitos).
Gracias por compartirlo.
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