No, no es que vaya a desvelar aquí quién va a ser el próximo presidente de los Estados Unidos (aún no me ha llegado la bola de cristal que compré por Internet), simplemente voy a comentar brevemente las últimas declaraciones sobre política espacial de los dos candidatos, el republicano McCain y el demócrata Obama.
Lo cierto es que no hay mucho que decir, y lo que hay que decir habrá que tomarlo con el escepticismo propio de cualquier programa electoral: de lo que se dice a lo que finalmente se haga, puede haber mucha diferencia. Pero hay alguna cosilla curiosa que merece la pena mencionarse (aunque, como hago aquí a menudo, y contraviniendo todas las normas periodísticas, lo interesante lo cuento al final; al fin y al cabo, esto no es un periódico, ¿no?).
Para empezar, no hay gran diferencia entre los discursos de McCain y Obama, excepto, quizás, la extensión y la profundidad de cada uno. En esto claramente gana el demócrata, que ha publicado un extenso informe de siete páginas frente a las más modestas –en extensión- declaraciones del candidato republicano al respecto. Pero, la verdad, apreciar diferencias sustanciales en el mensaje cuesta bastante.
En el fondo, ambos dicen lo que el votante quiere oír. No hay grandes declaraciones, no hay nuevos proyectos, no hay nuevos rumbos, no hay cambios sustanciales en nada. Simplemente se dice que se va a hacer más y mejor que lo hecho hasta ahora, más o menos. Es decir, como cualquier político metido en campaña, no sé de qué me extraño.
Centrándonos en el discurso de Obama, que es más detallado (aunque ya digo que en el fondo podrían intercambiárselos), más o menos viene a decir que seguirá la misma política actual pero corrigiendo los errores. Es decir, básicamente asegurando que la NASA tenga un presupuesto adecuado que le permita seguir adelante sin tener que cancelar unos programas para progresar en otros. Se alude específicamente a la investigación de base en diversas áreas, que ha sufrido drásticos recortes durante la administración Bush para sacar adelante el programa Constellation. Obama asegura que esto se va a corregir, aunque no dejan de ser declaraciones vacías: es fácil decir que se va a poner más dinero, pero luego suele ser más difícil hacerlo. Sin olvidar que los presupuestos los aprueba el Congreso, no la Casa Blanca. Pero al menos la intención es buena.
En el fondo, el discurso de Obama parece reflejar el del ex-senador demócrata John Glenn que reseñábamos aquí recientemente. Habla también, por ejemplo, de aportar los fondos necesarios para que el Shuttle lleve a cabo una misión adicional más allá de las previstas hasta ahora. Sin nombrarlo específicamente, alude a una importante misión científica, que es sin duda la del Espectrómetro Alfa-Magnético (un instrumento que, a día de hoy, nunca llegará a la ISS porque no habrá vehículo disponible para llevarlo). También habla de aprovechar al máximo el potencial científico de la ISS para realizar investigación en sus instalaciones una vez que esté terminada, unas declaraciones también compartidas por McCain. Se trata de algo lógico, que parecía rechazarse por la administración Bush, quien parecía querer terminar la estación sólo para cumplir sus compromisos internacionales, pero con más ganas de olvidarse de ella cuanto antes que de aprovechar su potencial. Ahora, ambos candidatos reflejan en sus discursos la importancia de usar este potencial al máximo.
También ambos aluden a la necesidad de “cerrar el hueco” previsto de 5 años entre el Shuttle y el Orión al máximo posible. Pero ninguno dice cómo hacerlo. Ninguno habla de alargar la vida del Shuttle, excepto la misión adicional propuesta por Obama. Y las referencias a acelerar la entrada en servicio del Orión son vagas, aunque aquí el demócrata se moja más al decir que será muy difícil conseguirlo (aprovechando para lanzar una pulla sobre lo mal que lo ha hecho Bush). Es decir, parece claro que los dos dicen lo que se quiere oír, pero que en el fondo ninguno hará nada al respecto.
En resumen, que me estoy enrollando, mucho blablabla pero poca chicha, más de lo mismo con buenas palabras, pero no veo ningún proyecto sólido en sus discursos. Más palabrería sobre apoyar a la industria privada, sobre continuar con el proyecto COTS que deberá proporcionar servicios comerciales de acceso a la ISS, sobre optimizar esfuerzos y recursos, sobre evitar que se pierdan empleos y sobre la necesidad de mantener en sus puestos a los expertos… Lo que digo: “blablabla-qué majo soy-vótame”.
¿Por qué he escrito esta entrada, entonces, sólo para decir que no hay nada que decir? Bueno, no exactamente. Sí hay una cosa que me ha llamado ligeramente la atención, y es que Obama ahora dice explícitamente que apoya el proyecto de volver a la Luna para 2020. Lo cual tampoco es demasiado decir, no es más que una declaración de principios, pero resulta curioso porque en discursos anteriores, aunque sin decirlo tan claramente, parecía apuntar a lo contrario: hasta ahora nunca habló de la misión lunar, y de hecho sí habló sobre recortes en el programa Constellation que apuntaban justamente hacia la posible cancelación de estos planes. Ahora no es que haya dicho nada concreto, no habla del proyecto, no habla de potenciarlo, no dice nada de nada… excepto que le parece bien ir a la Luna. No es mucho, pero es un gran cambio. No es ningún compromiso, pero sin duda oírlo será un alivio para los defensores del programa. No significa que no se acabe cancelando si más adelante se decide que hay otras prioridades presupuestarias, pero sí es cierto que supone un cambio en el discurso del candidato demócrata.
Como digo, una simple frase sin compromisos en un programa electoral no es mucho, realmente es muy poco, pero parece despejar algo los negros nubarrones que se cernían sobre el programa lunar. Yo personalmente sigo manteniendo un moderado escepticismo al respecto, hasta que no vea que empieza a trabajarse de verdad sobre el Ares V y el módulo lunar no terminaré de creérmelo; pero hay que reconocer que mi escepticismo ha bajado algún grado después de leer esto. En fin, veremos en qué queda todo, aunque nos toque esperar aún unos cuantos años.
Lo cierto es que no hay mucho que decir, y lo que hay que decir habrá que tomarlo con el escepticismo propio de cualquier programa electoral: de lo que se dice a lo que finalmente se haga, puede haber mucha diferencia. Pero hay alguna cosilla curiosa que merece la pena mencionarse (aunque, como hago aquí a menudo, y contraviniendo todas las normas periodísticas, lo interesante lo cuento al final; al fin y al cabo, esto no es un periódico, ¿no?).
Para empezar, no hay gran diferencia entre los discursos de McCain y Obama, excepto, quizás, la extensión y la profundidad de cada uno. En esto claramente gana el demócrata, que ha publicado un extenso informe de siete páginas frente a las más modestas –en extensión- declaraciones del candidato republicano al respecto. Pero, la verdad, apreciar diferencias sustanciales en el mensaje cuesta bastante.
En el fondo, ambos dicen lo que el votante quiere oír. No hay grandes declaraciones, no hay nuevos proyectos, no hay nuevos rumbos, no hay cambios sustanciales en nada. Simplemente se dice que se va a hacer más y mejor que lo hecho hasta ahora, más o menos. Es decir, como cualquier político metido en campaña, no sé de qué me extraño.
Centrándonos en el discurso de Obama, que es más detallado (aunque ya digo que en el fondo podrían intercambiárselos), más o menos viene a decir que seguirá la misma política actual pero corrigiendo los errores. Es decir, básicamente asegurando que la NASA tenga un presupuesto adecuado que le permita seguir adelante sin tener que cancelar unos programas para progresar en otros. Se alude específicamente a la investigación de base en diversas áreas, que ha sufrido drásticos recortes durante la administración Bush para sacar adelante el programa Constellation. Obama asegura que esto se va a corregir, aunque no dejan de ser declaraciones vacías: es fácil decir que se va a poner más dinero, pero luego suele ser más difícil hacerlo. Sin olvidar que los presupuestos los aprueba el Congreso, no la Casa Blanca. Pero al menos la intención es buena.
En el fondo, el discurso de Obama parece reflejar el del ex-senador demócrata John Glenn que reseñábamos aquí recientemente. Habla también, por ejemplo, de aportar los fondos necesarios para que el Shuttle lleve a cabo una misión adicional más allá de las previstas hasta ahora. Sin nombrarlo específicamente, alude a una importante misión científica, que es sin duda la del Espectrómetro Alfa-Magnético (un instrumento que, a día de hoy, nunca llegará a la ISS porque no habrá vehículo disponible para llevarlo). También habla de aprovechar al máximo el potencial científico de la ISS para realizar investigación en sus instalaciones una vez que esté terminada, unas declaraciones también compartidas por McCain. Se trata de algo lógico, que parecía rechazarse por la administración Bush, quien parecía querer terminar la estación sólo para cumplir sus compromisos internacionales, pero con más ganas de olvidarse de ella cuanto antes que de aprovechar su potencial. Ahora, ambos candidatos reflejan en sus discursos la importancia de usar este potencial al máximo.
También ambos aluden a la necesidad de “cerrar el hueco” previsto de 5 años entre el Shuttle y el Orión al máximo posible. Pero ninguno dice cómo hacerlo. Ninguno habla de alargar la vida del Shuttle, excepto la misión adicional propuesta por Obama. Y las referencias a acelerar la entrada en servicio del Orión son vagas, aunque aquí el demócrata se moja más al decir que será muy difícil conseguirlo (aprovechando para lanzar una pulla sobre lo mal que lo ha hecho Bush). Es decir, parece claro que los dos dicen lo que se quiere oír, pero que en el fondo ninguno hará nada al respecto.
En resumen, que me estoy enrollando, mucho blablabla pero poca chicha, más de lo mismo con buenas palabras, pero no veo ningún proyecto sólido en sus discursos. Más palabrería sobre apoyar a la industria privada, sobre continuar con el proyecto COTS que deberá proporcionar servicios comerciales de acceso a la ISS, sobre optimizar esfuerzos y recursos, sobre evitar que se pierdan empleos y sobre la necesidad de mantener en sus puestos a los expertos… Lo que digo: “blablabla-qué majo soy-vótame”.
¿Por qué he escrito esta entrada, entonces, sólo para decir que no hay nada que decir? Bueno, no exactamente. Sí hay una cosa que me ha llamado ligeramente la atención, y es que Obama ahora dice explícitamente que apoya el proyecto de volver a la Luna para 2020. Lo cual tampoco es demasiado decir, no es más que una declaración de principios, pero resulta curioso porque en discursos anteriores, aunque sin decirlo tan claramente, parecía apuntar a lo contrario: hasta ahora nunca habló de la misión lunar, y de hecho sí habló sobre recortes en el programa Constellation que apuntaban justamente hacia la posible cancelación de estos planes. Ahora no es que haya dicho nada concreto, no habla del proyecto, no habla de potenciarlo, no dice nada de nada… excepto que le parece bien ir a la Luna. No es mucho, pero es un gran cambio. No es ningún compromiso, pero sin duda oírlo será un alivio para los defensores del programa. No significa que no se acabe cancelando si más adelante se decide que hay otras prioridades presupuestarias, pero sí es cierto que supone un cambio en el discurso del candidato demócrata.
Como digo, una simple frase sin compromisos en un programa electoral no es mucho, realmente es muy poco, pero parece despejar algo los negros nubarrones que se cernían sobre el programa lunar. Yo personalmente sigo manteniendo un moderado escepticismo al respecto, hasta que no vea que empieza a trabajarse de verdad sobre el Ares V y el módulo lunar no terminaré de creérmelo; pero hay que reconocer que mi escepticismo ha bajado algún grado después de leer esto. En fin, veremos en qué queda todo, aunque nos toque esperar aún unos cuantos años.
1 comentario:
Es una buena noticia desde el punto de vista del candidato democrata, que grito a los cuatro vientos que iba a reducir el dinero de la Nasa para mejorar la educacion infantil.
Dudo mucho que Constellation, incluso Ares 1, se salven de la quema post-electoral, pero por lo menos parece "parece" que no le van a meter tijera gorda a la agencia.
(Releyendo mi propio post, me resulta un poco patetico el hecho de que me alegre no por que le den mas dinero a la Nasa, sino por que no le quiten. En fin... )
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