Tengo el blog muy descuidado últimamente. Habitualmente cuando no publico nada nuevo en un tiempo es porque no tengo mucho que decir, a veces porque no hay noticias de relevancia, o a veces porque éstas son tan conocidas que poco puedo añadir (y en este blog me gusta intentar añadir algo más a lo que uno puede leer por ahí). Pero en este caso la causa es más simple: que últimamente estoy saturado y no tengo tiempo para casi nada. Una pena, porque me ha tocado esta época de saturación justo cuando China e India están añadiendo un poquito más de color al monotemático EE.UU.-Rusia (con breves pinceladas europeas) en el espacio.
¿Qué ha pasado últimamente que no he reseñado aquí? Realmente nada sobre lo que pueda añadir gran cosa, pero sí bastantes pequeños apuntes que al final van sumando para dar lugar a un articulillo largo como éste. Intentaré resumir:
1. India ha lanzado su misión de exploración lunar, Chandrayaan-1, la que marca un antes y un después en la política espacial de este gigante emergente. No me extenderé mucho más, porque las razones para hablar de ese antes y después ya las expuse hace algún tiempo aquí, así que os invito a leeros aquel artículo (quien no lo haya hecho), que sigue estando hoy plenamente vigente.
2. Entre tanto, Europa anuncia el probable retraso de su ambiciosa misión ExoMars hasta 2016. Ninguna sorpresa en este sentido, pues ya os anticipé hace muy poquito que las cosas se están poniendo serias a nivel presupuestario en la ESA, y que esta misión era una de las que veían seriamente recortado su presupuesto. El retraso parece la consecuencia directa y lógica de este recorte, aunque no se anuncie así.
3. Por otra parte, la Soyuz TMA-12 volvió a la Tierra el pasado viernes 24 de octubre sin novedad. Lo cual no tendría nada de particular si no lo hubiera hecho bajo la sombra de los dos retornos anteriores, realizados de forma balística por serios fallos sufridos durante el proceso de reentrada, que también comentamos en su día por aquí. Esta vez todo ha funcionado correctamente, y los rusos aseguran tener localizado el problema. Al parecer, todo ha sido provocado por un fallo “tonto”, como a menudo pasan estas cosas, simplemente por la exposición de los bulones pirotécnicos que provocan la separación entre módulos a una carga de electricidad estática durante demasiado tiempo. Esta electricidad estática parece estar motivada por las características de la órbita de la estación, sumida en el campo magnético terrestre y cruzando zonas bastante densas de iones en la alta atmósfera. Con el paso del tiempo, esta electricidad acumulada podría haber deteriorado la capacidad del explosivo para detonar frente a la señal eléctrica que debe activarlo. Ensayos en tierra han probado que ésta es una causa posible y probable, aunque el análisis que se efectuará sobre uno de los bulones de la Soyuz TMA-12, retirado previamente por los astronautas para su análisis en tierra tras meses de exposición al vacío del espacio, dará probablemente las respuestas definitivas. La solución al problema parece sencilla, y se implementará de inmediato en las próximas Soyuz.
4. Otra cosilla curiosa que comentar es que parece que los problemas en el desarrollo del lanzador norteamericano Ares I, sustituto del transbordador, se multiplican. Ya hemos hablado de algunos de ellos en diferentes ocasiones (aquí, aquí y aquí), y también he comentado en alguna ocasión que los problemas son algo normal en este tipo de desarrollos, y que lo importante es detectarlos en las fases iniciales del diseño, antes de que sea demasiado tarde para solucionarlos (por plazos y coste, principalmente). Pero la verdad es que lo que se está filtrando parece poner cada vez más oscuro el proyecto. No porque sean problemas sin solución, ya que, me reafirmo, casi siempre hay solución para estos problemas encontrados en las fases de diseño. Pero si los problemas se multiplican, y el diseño se complica excesivamente, y/o aumentan los costes y/o los plazos, la cosa puede ponerse muy malita para el proyecto. Alguien se podría preguntar, y con razón (muchos se lo preguntan hace años) si el proyecto está bien planteado desde un principio. Algunas voces ya dicen que si esto sigue así, el proyecto puede sufrir un severo hachazo por parte de la próxima administración norteamericana.
¿Cuáles son los problemas actuales? Pues parece que se ha descubierto que, por razones intrínsecas al diseño del cohete, prácticamente una leve brisa puede hacer que choque contra la torre de lanzamiento durante el ascenso, lo cual no es muy divertido. Otro problema está detectándose en la separación entre etapas, pues no parece claro cómo evitar que residuos de propulsante en la etapa sólida tras su agotamiento no se enciendan espontáneamente tras la separación, provocando un choque entre las etapas recién separadas. Que tampoco da risa. Repito, todo esto es solucionable, pero empezamos a estar en fases relativamente avanzadas del proyecto para descubrir estas cosas: ya empiezan a resultar caros y costosos en tiempo los rediseños. Y, según dicen anónimamente algunos involucrados, parece que cada intento de solucionar algo estropea otra cosa (típico en sistemas complejos). Son significativas las palabras de un ingeniero del proyecto, bajo condición de anonimato: “Si ponen el suficiente empeño, volará. Pero va a haber tantos compromisos para ser capaces de lanzarlo, y va a estar tan fuera de presupuesto y de plazos, que casi sería mejor que no volase nunca”. Parece que el disgusto y el nerviosismo crece entre el equipo técnico, y ya ha habido dimisiones por no estar de acuerdo con la forma en que se lleva el proyecto. El Administrador Griffin se defiende de las críticas: “No ha habido nunca un sistema aeroespacial que se haya desarrollado sin problemas, y probablemente nunca lo habrá. Al final, la NASA siempre los ha solucionado, y los solucionaremos esta vez también”. Estoy de acuerdo al cien por cien con sus palabras; la cuestión es a qué coste se solucionarán los problemas esta vez, si de verdad el asunto es tan serio como algunos apuntan. Veremos en qué queda todo. Un interesante artículo sobre el tema, en inglés, lo podéis leer aquí (no dice todo, pero lo que dice es muy jugoso).
5. Y por último, decir que en los Estados Unidos ya se cerró completamente, con todas las bendiciones, la autorización para comprar más asientos en las Soyuz entre 2011 y 2016. Sí, ya anuncié que el Congreso lo había aprobado, y anuncié que se daba por prácticamente segura la aprobación en el Senado, como así fue. Luego el presidente lo ratificó también (será por firmas…), y finalmente la NASA ha hecho uso de la autorización emitiendo la solicitud formal para que se inicie la negociación de precios con Rusia para usar sus naves durante ese periodo. Frente a rumores anteriores sin fundamento (pura palabrería política) de que quizás no hiciera falta comprar Soyuzes porque se primaría el uso de alternativas privadas norteamericanas, la petición de la NASA deja claro que no hay ninguna alternativa a la que esperar: “cómprense Soyuzes pero ya, y déjense de estupideces”, dice la orden de la NASA, aunque de forma más políticamente correcta que con esa frase. Luego añade, para quedar bien, que esto no supone cerrarse para el futuro a las ofertas que pueda presentar cualquier tercero para transporte de carga y tripulaciones, pero deja claro que nadie va a quedarse sentado esperando que aparezcan esas hipotéticas naves maravillosas: primero las Soyuz, luego si sale algo más, estupendo, y ya veremos. ¿Alguien esperaba otra cosa?
6. También comentar, ya de paso, que he presentado el blog al concurso del diario “20 minutos”, los Premios 20 blogs. ¿Con la esperanza de ganar? Ni loco, ni siquiera espero quedar entre los 20 primeros de la categoría. No, no es falsa modestia, es la dura realidad: soy perfectamente consciente de que escribo sobre un tema tremendamente minoritario, que interesa sólo a cuatro gatos (bastante fieles, eso sí; muchas gracias). Pero lo presento al concurso precisamente por eso: porque simplemente que aparezca en la lista de candidatos a los premios es como ponerlo en un escaparate, que puede darlo a conocer a algún otro loco del espacio que aún no se haya enterado de que existimos. Simplemente. Eso sí, cualquier voto es bienvenido, siempre le dará un poquito más de visibilidad subir ligeramente en el escalafón…
Y acabamos: creo que eso es, más o menos, todo lo que no he podido comentar en la última semana. Una semana que para mí ha sido bastante intensa, la verdad: andaba por Roma, en un congreso espacial, rodeado de gente de la NASA, ESA, Roskosmos, JAXA (Japón), CSA (Canadá), CNSA (China) y representantes de la industria internacional. Y allí estaba yo, españolito de a pie, en representación de mi empresa, recién llegados como quien dice a esto del espacio. Ha sido una semana larga, pero muy interesante; y estar en Roma siempre es una gozada, lástima que apenas haya habido tiempo para disfrutarla. Pero bueno, ya estoy de vuelta, sumergido en la vorágine, y espero seguir sacando ratillos para mantener el blog en su estado de actualización habitual. ¡Saludos!
¿Qué ha pasado últimamente que no he reseñado aquí? Realmente nada sobre lo que pueda añadir gran cosa, pero sí bastantes pequeños apuntes que al final van sumando para dar lugar a un articulillo largo como éste. Intentaré resumir:
1. India ha lanzado su misión de exploración lunar, Chandrayaan-1, la que marca un antes y un después en la política espacial de este gigante emergente. No me extenderé mucho más, porque las razones para hablar de ese antes y después ya las expuse hace algún tiempo aquí, así que os invito a leeros aquel artículo (quien no lo haya hecho), que sigue estando hoy plenamente vigente.
2. Entre tanto, Europa anuncia el probable retraso de su ambiciosa misión ExoMars hasta 2016. Ninguna sorpresa en este sentido, pues ya os anticipé hace muy poquito que las cosas se están poniendo serias a nivel presupuestario en la ESA, y que esta misión era una de las que veían seriamente recortado su presupuesto. El retraso parece la consecuencia directa y lógica de este recorte, aunque no se anuncie así.
3. Por otra parte, la Soyuz TMA-12 volvió a la Tierra el pasado viernes 24 de octubre sin novedad. Lo cual no tendría nada de particular si no lo hubiera hecho bajo la sombra de los dos retornos anteriores, realizados de forma balística por serios fallos sufridos durante el proceso de reentrada, que también comentamos en su día por aquí. Esta vez todo ha funcionado correctamente, y los rusos aseguran tener localizado el problema. Al parecer, todo ha sido provocado por un fallo “tonto”, como a menudo pasan estas cosas, simplemente por la exposición de los bulones pirotécnicos que provocan la separación entre módulos a una carga de electricidad estática durante demasiado tiempo. Esta electricidad estática parece estar motivada por las características de la órbita de la estación, sumida en el campo magnético terrestre y cruzando zonas bastante densas de iones en la alta atmósfera. Con el paso del tiempo, esta electricidad acumulada podría haber deteriorado la capacidad del explosivo para detonar frente a la señal eléctrica que debe activarlo. Ensayos en tierra han probado que ésta es una causa posible y probable, aunque el análisis que se efectuará sobre uno de los bulones de la Soyuz TMA-12, retirado previamente por los astronautas para su análisis en tierra tras meses de exposición al vacío del espacio, dará probablemente las respuestas definitivas. La solución al problema parece sencilla, y se implementará de inmediato en las próximas Soyuz.
4. Otra cosilla curiosa que comentar es que parece que los problemas en el desarrollo del lanzador norteamericano Ares I, sustituto del transbordador, se multiplican. Ya hemos hablado de algunos de ellos en diferentes ocasiones (aquí, aquí y aquí), y también he comentado en alguna ocasión que los problemas son algo normal en este tipo de desarrollos, y que lo importante es detectarlos en las fases iniciales del diseño, antes de que sea demasiado tarde para solucionarlos (por plazos y coste, principalmente). Pero la verdad es que lo que se está filtrando parece poner cada vez más oscuro el proyecto. No porque sean problemas sin solución, ya que, me reafirmo, casi siempre hay solución para estos problemas encontrados en las fases de diseño. Pero si los problemas se multiplican, y el diseño se complica excesivamente, y/o aumentan los costes y/o los plazos, la cosa puede ponerse muy malita para el proyecto. Alguien se podría preguntar, y con razón (muchos se lo preguntan hace años) si el proyecto está bien planteado desde un principio. Algunas voces ya dicen que si esto sigue así, el proyecto puede sufrir un severo hachazo por parte de la próxima administración norteamericana.
¿Cuáles son los problemas actuales? Pues parece que se ha descubierto que, por razones intrínsecas al diseño del cohete, prácticamente una leve brisa puede hacer que choque contra la torre de lanzamiento durante el ascenso, lo cual no es muy divertido. Otro problema está detectándose en la separación entre etapas, pues no parece claro cómo evitar que residuos de propulsante en la etapa sólida tras su agotamiento no se enciendan espontáneamente tras la separación, provocando un choque entre las etapas recién separadas. Que tampoco da risa. Repito, todo esto es solucionable, pero empezamos a estar en fases relativamente avanzadas del proyecto para descubrir estas cosas: ya empiezan a resultar caros y costosos en tiempo los rediseños. Y, según dicen anónimamente algunos involucrados, parece que cada intento de solucionar algo estropea otra cosa (típico en sistemas complejos). Son significativas las palabras de un ingeniero del proyecto, bajo condición de anonimato: “Si ponen el suficiente empeño, volará. Pero va a haber tantos compromisos para ser capaces de lanzarlo, y va a estar tan fuera de presupuesto y de plazos, que casi sería mejor que no volase nunca”. Parece que el disgusto y el nerviosismo crece entre el equipo técnico, y ya ha habido dimisiones por no estar de acuerdo con la forma en que se lleva el proyecto. El Administrador Griffin se defiende de las críticas: “No ha habido nunca un sistema aeroespacial que se haya desarrollado sin problemas, y probablemente nunca lo habrá. Al final, la NASA siempre los ha solucionado, y los solucionaremos esta vez también”. Estoy de acuerdo al cien por cien con sus palabras; la cuestión es a qué coste se solucionarán los problemas esta vez, si de verdad el asunto es tan serio como algunos apuntan. Veremos en qué queda todo. Un interesante artículo sobre el tema, en inglés, lo podéis leer aquí (no dice todo, pero lo que dice es muy jugoso).
5. Y por último, decir que en los Estados Unidos ya se cerró completamente, con todas las bendiciones, la autorización para comprar más asientos en las Soyuz entre 2011 y 2016. Sí, ya anuncié que el Congreso lo había aprobado, y anuncié que se daba por prácticamente segura la aprobación en el Senado, como así fue. Luego el presidente lo ratificó también (será por firmas…), y finalmente la NASA ha hecho uso de la autorización emitiendo la solicitud formal para que se inicie la negociación de precios con Rusia para usar sus naves durante ese periodo. Frente a rumores anteriores sin fundamento (pura palabrería política) de que quizás no hiciera falta comprar Soyuzes porque se primaría el uso de alternativas privadas norteamericanas, la petición de la NASA deja claro que no hay ninguna alternativa a la que esperar: “cómprense Soyuzes pero ya, y déjense de estupideces”, dice la orden de la NASA, aunque de forma más políticamente correcta que con esa frase. Luego añade, para quedar bien, que esto no supone cerrarse para el futuro a las ofertas que pueda presentar cualquier tercero para transporte de carga y tripulaciones, pero deja claro que nadie va a quedarse sentado esperando que aparezcan esas hipotéticas naves maravillosas: primero las Soyuz, luego si sale algo más, estupendo, y ya veremos. ¿Alguien esperaba otra cosa?
6. También comentar, ya de paso, que he presentado el blog al concurso del diario “20 minutos”, los Premios 20 blogs. ¿Con la esperanza de ganar? Ni loco, ni siquiera espero quedar entre los 20 primeros de la categoría. No, no es falsa modestia, es la dura realidad: soy perfectamente consciente de que escribo sobre un tema tremendamente minoritario, que interesa sólo a cuatro gatos (bastante fieles, eso sí; muchas gracias). Pero lo presento al concurso precisamente por eso: porque simplemente que aparezca en la lista de candidatos a los premios es como ponerlo en un escaparate, que puede darlo a conocer a algún otro loco del espacio que aún no se haya enterado de que existimos. Simplemente. Eso sí, cualquier voto es bienvenido, siempre le dará un poquito más de visibilidad subir ligeramente en el escalafón…
Y acabamos: creo que eso es, más o menos, todo lo que no he podido comentar en la última semana. Una semana que para mí ha sido bastante intensa, la verdad: andaba por Roma, en un congreso espacial, rodeado de gente de la NASA, ESA, Roskosmos, JAXA (Japón), CSA (Canadá), CNSA (China) y representantes de la industria internacional. Y allí estaba yo, españolito de a pie, en representación de mi empresa, recién llegados como quien dice a esto del espacio. Ha sido una semana larga, pero muy interesante; y estar en Roma siempre es una gozada, lástima que apenas haya habido tiempo para disfrutarla. Pero bueno, ya estoy de vuelta, sumergido en la vorágine, y espero seguir sacando ratillos para mantener el blog en su estado de actualización habitual. ¡Saludos!
5 comentarios:
Javier, sé que no sería políticamente correcto anunciar tu empresa aquí en el blog (o si?) pero dado que como puedo imaginar se dedicará al tema espacial... ¿Podrías decir como se llama? Más que nada para buscar información en internet sobre ella y demás.
Saludos.
Siempre he querido dejar totalmente al margen mi trabajo de este blog, que es puramente personal. Ahora bien, a título personal no tengo ningún inconveniente en decírselo a quien tenga interés, por vía privada.
Lo que sí he dicho ya alguna que otra vez es que trabajo fundamentalmente en el sector aeronáutico, en el campo del diseño de estructuras aeroespaciales. Y mi introducción laboral en el sector espacio, aún diminuta en comparación con el aeronáutico, ha sido reciente, y en buena medida consecuencia del aumento de carga de trabajo en el sector espacial en España, consecuencia a su vez de la mayor inversión nacional en la ESA.
¡Saludos!
Javier, en qué categoría del concurso está tu blog? No lo encuentro y quiero darte mi voto.
SALUDOS
Federico
Bueno, pues muchas gracias por tu voto. Está en Ciencia y Mediambiente, el link es: http://www.20minutos.es/premios_20_blogs/categorias/ciencia-medioambiente/E/1/
¡Saludos!
Un placer volver a leer un artículo tuyo, después de unos días de inactividad. Como siempre, se te ve muy informado de lo que hace la NASA. Vamos a ver cómo acaba lo del Ares...
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